Nicolás Maduro, quien asumió un tercer mandato en enero tras unas elecciones cuestionadas, arremetió este miércoles contra el Gobierno de El Salvador, liderado por Nayib Bukele, calificándolo de “dictadura” y denunciando una “violación masiva de los derechos humanos” contra más de 200 migrantes detenidos en el país centroamericano tras ser deportados por Estados Unidos.
Durante una transmisión en Venezolana de Televisión (VTV), Maduro afirmó que estos migrantes fueron “enviados a los campos de concentración de la dictadura de Nayib Bukele en El Salvador”, donde, según él, “no han permitido que sus abogados los visiten”. Lea aquí: Maduro enviará avión a Estados Unidos para repatriar migrantes venezolanos
“Llevan casi tres semanas secuestrados y no ha habido posibilidad de que un cura católico los visite. Son delitos graves de lesa humanidad que está cometiendo el Gobierno de El Salvador”, declaró el mandatario venezolano.

Maduro calificó la situación como una “injusticia” y rechazó las acusaciones de Estados Unidos que vinculan a estos migrantes con la organización criminal Tren de Aragua, considerada terrorista por Washington.
“¿Dónde están las pruebas? ¿Dónde está el juicio? ¿Quién los enjuició? No hay pruebas (...) ¿Qué juez ordenó la deportación? ¿Qué juez, conforme a la ley de Estados Unidos y el derecho internacional, ordenó que este grupo de migrantes, trabajadores, fueran encarcelados en un campo de concentración?”, cuestionó. Le puede interesar: Maduro afirma que Venezuela suma 16 trimestres de crecimiento económico
Convocan en Caracas marcha en respaldo a los detenidos en El Salvador
En Caracas, el chavismo convocó una marcha en respaldo a los detenidos en El Salvador. Tras la movilización, el canciller Yván Gil instó al “sistema internacional” a tomar medidas y defender a los migrantes, quienes permanecen en el Centro de Confinamiento del Terrorismo (Cecot), una megacárcel emblemática en la lucha de Bukele contra las pandillas bajo un régimen de excepción.

El sábado, Maduro expresó su esperanza de que el secretario general de la ONU, António Guterres, y el alto comisionado para los Derechos Humanos, Volker Türk, con quienes conversó la semana pasada, “actúen” en favor de los más de 200 detenidos.