Cuando llega Semana Santa, se llenan las calles de procesiones, fervor religioso y las mesas de platillos tradicionales que han pasado de generación en generación. Cada país tiene su propia forma de rendir tributo a esta festividad cristiana, y vaya que lo hacen con mucho sabor. ¡Prepárate para un recorrido gastronómico que te dejará con hambre!

1. Pescado frito – Colombia
En Colombia, la Semana Santa es una época en la que las tradiciones religiosas se entrelazan con las culinarias, dando lugar a una variedad de platos que reflejan la riqueza cultural del país. Entre estos, el pescado frito destaca como el protagonista indiscutible de las mesas colombianas durante esta festividad.
Especialmente en la región Caribe, es común encontrar variedades como la mojarra, el bagre o la sierra, que se preparan fritas hasta alcanzar una textura crujiente por fuera y jugosa por dentro. Este delicioso pescado se sirve acompañado de arroz con coco, que aporta un toque dulce y aromático; patacones, que son rodajas de plátano verde fritas hasta quedar doradas y crujientes; y una fresca ensalada, generalmente de tomate, lechuga y cebolla, aderezada con limón y sal.

2. Kulich – Rusia
Desde las frías tierras rusas llega el kulich, un pan dulce de Pascua que ocupa un lugar central en las celebraciones de la Iglesia Ortodoxa. Este brioche cilíndrico y alto, de miga esponjosa y sabor delicadamente dulce, tiene sus raíces en la época de los zares y simboliza la riqueza y la abundancia. La masa del kulich se enriquece con ingredientes como mantequilla, yemas de huevo, azúcar y se aromatiza con vainilla o cardamomo. Además, se le añaden pasas y frutas confitadas que aportan dulzura y color al interior del pan. Una vez horneado y enfriado, se cubre con un glaseado blanco y se decora con almendras o más frutas confitadas.
Tradicionalmente, el kulich se coloca en moldes altos y estrechos, a menudo reutilizando latas de conservas, lo que le confiere su característica forma. Antes de ser consumido, es llevado a la iglesia el Sábado Santo para ser bendecido por el sacerdote, y en su superficie suele ir la frase “XB”, abreviatura de “Cristo ha resucitado” en eslavo eclesiástico. Este pan se disfruta en familia durante toda la semana de Pascua, acompañado de paskha, un postre a base de queso fresco que complementa perfectamente su sabor. Lea: Así se prepara la auténtica sopa de pescado de Cartagena en Semana Santa.

3. Romeritos – México
Los romeritos son un manjar típico de la Cuaresma mexicana. Este plato ancestral tiene sus orígenes en la época prehispánica, cuando los pueblos indígenas recolectaban diversas hierbas comestibles, conocidas como quelites, para incorporarlas en su dieta diaria.
Los romeritos, en particular, son brotes tiernos de una planta que crece en zonas salinas y que, a pesar de su apariencia humilde, poseen un sabor distintivo y una textura suave. Durante la colonización española, la cocina mexicana se enriqueció con nuevos ingredientes y técnicas, dando lugar a la creación del revoltijo de romeritos, una fusión culinaria que combina los romeritos con mole poblano, nopales (cactus tiernos), papas y tortitas de camarón seco.
El mole, una salsa espesa y compleja elaborada con chiles, especias, chocolate y otros ingredientes, aporta profundidad y riqueza al plato, mientras que las tortitas de camarón añaden una nota salina y una textura crujiente.

4. Empanadas de mariscos – Chile
Si hay algo que Chile hace bien, además del vino, son las empanadas de mariscos. Este platillo es una expresión culinaria de esta riqueza marina. Consisten en una masa semicircular, elaborada con harina de trigo, agua, sal y manteca, que se rellena con una mezcla suculenta de mariscos como jaibas (cangrejos), ostiones (vieiras), camarones y almejas, salteados con cebolla picada y condimentos que realzan su sabor.
Dependiendo de la región y las preferencias personales, las empanadas pueden ser horneadas, lo que les confiere una textura crujiente y dorada, o fritas, resultando en una cubierta más suave y un interior jugoso. Tradicionalmente, se acompañan con un vaso de vino blanco chileno, cuya acidez y frescura complementan a la perfección la riqueza del relleno marino. Estas empanadas son una manifestación de la identidad cultural chilena, celebrando la conexión del país con el mar y sus frutos. Lea: Dulces típicos de Semana Santa en la Costa Caribe: 5 sabores que debes probar

5. Huevos de Pascua – Italia
En Italia, la celebración de la Pascua está impregnada de símbolos y tradiciones que han perdurado a lo largo de los siglos, siendo el huevo de Pascua uno de los más emblemáticos. Este símbolo de vida y renacimiento tiene raíces que se remontan a antiguas culturas paganas y fue adoptado por el cristianismo como representación de la resurrección de Cristo. En la Italia contemporánea, la costumbre de regalar huevos de chocolate durante la Pascua se ha convertido en una práctica generalizada. Estos huevos, que varían en tamaño desde pequeños bocados hasta impresionantes piezas artesanales, suelen estar huecos y contienen en su interior sorpresas que van desde pequeños juguetes hasta joyas. Lea: Receta para Semana Santa: prepare deliciosas alegrías con coco, millo y anís