El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, lanzó este domingo una advertencia directa a Irán, amenazando con bombardeos sin precedentes y la imposición de aranceles secundarios si no se alcanza un acuerdo sobre su programa nuclear. Sus declaraciones llegan después de que Teherán rechazara la semana pasada la posibilidad de negociaciones directas con Washington.
“Si no se llega a un acuerdo, habrá bombardeos (...) Serán bombardeos como nunca antes se ha visto”, afirmó Trump en una entrevista con NBC, donde también insinuó que hay conversaciones en curso entre funcionarios de ambos países, aunque evitó dar detalles. Lea aquí: La rabia de Donald Trump con Vladimir Putin

Además, el mandatario estadounidense dejó abierta la posibilidad de restablecer aranceles secundarios contra Irán, una medida que ya aplicó hace cuatro años, para aumentar la presión sobre el régimen persa.
Durante su primer mandato (2017-2021), Trump retiró a Estados Unidos del acuerdo nuclear de 2015, que establecía restricciones al desarrollo atómico iraní a cambio de un alivio de sanciones. Washington acusa a Teherán de enriquecer uranio a niveles superiores a los necesarios para un uso pacífico y sospecha que persigue el desarrollo de armas nucleares en secreto.
Irán, dispuesto a negociar indirectamente
Por su parte, el presidente iraní, Masud Pezeshkian, reiteró este domingo que su país está dispuesto a continuar con negociaciones indirectas con Washington, aunque dejó claro que la actitud de Estados Unidos será clave para el futuro del diálogo.
Según Pezeshkian, la respuesta de Irán a la carta enviada por Trump, en la que instaba a retomar las conversaciones nucleares, ya ha sido transmitida a la administración estadounidense a través de Omán. Le puede interesar: ¿Qué nuevos aranceles prepara Trump?: El “Día de la Liberación” de EE.UU.

“Si bien en nuestra respuesta descartamos negociaciones directas, dejamos abierta la puerta a conversaciones indirectas”, afirmó el líder iraní en una reunión de gabinete, según la agencia IRNA.
Desde su regreso a la Casa Blanca, Trump ha insistido en la posibilidad de negociar con Teherán, pero al mismo tiempo ha reactivado la política de “máxima presión” con sanciones económicas y advertencias militares, como la lanzada este domingo.