El Gobierno de Estados Unidos notificó al Congreso su decisión de desmantelar la Agencia para el Desarrollo Internacional (Usaid) antes del 1 de julio de 2025 y trasladar algunas de sus funciones al Departamento de Estado, según confirmó este viernes el secretario de Estado, Marco Rubio.
En un comunicado oficial, Rubio explicó que “la ayuda exterior bien hecha puede promover nuestros intereses nacionales, proteger nuestras fronteras y fortalecer nuestras asociaciones con aliados clave”. No obstante, señaló que “Usaid se desvió de su misión original hace mucho tiempo”, por lo que la actual administración busca “reorientar” la cooperación internacional con el objetivo de “alinearlos con lo que es mejor para Estados Unidos”. Lea: Trump lanzó fuerte advertencia a Irán por no dialogar con Estados Unidos
La notificación enviada al Congreso, obtenida por CNN, aclara que ciertos programas continuarán bajo la supervisión del Departamento de Estado. Entre ellos se incluyen iniciativas de “asistencia humanitaria, funciones sanitarias globales, inversión estratégica y programas limitados de seguridad nacional”. Sin embargo, el grueso de los programas y operaciones de Usaid será descontinuado.
El anuncio se produce semanas después de que Rubio confirmara que el Ejecutivo ya había cancelado el 83 % de los programas de Usaid y que el Gobierno estaba en conversaciones con el Congreso para que los contratos restantes, alrededor de 1.000, sean transferidos a la autoridad estatal.
Mientras tanto, la medida ha generado reacciones en el ámbito judicial. Este viernes, un tribunal federal de apelaciones revocó la orden de un juez que, el pasado 18 de marzo, había solicitado preliminarmente detener el desmantelamiento de la agencia.
En paralelo, el Departamento de Eficiencia Gubernamental (DOGE), dirigido por el empresario Elon Musk, notificó a los empleados que se eliminarán “sustancialmente todos los puestos no estatutarios de Usaid”, según un mensaje interno citado por CNN.
El desmantelamiento de Usaid ha despertado críticas de sectores que consideran que la decisión afectará el liderazgo estadounidense en cooperación internacional. Además, algunos expertos advierten sobre posibles desafíos legales debido a que la agencia fue creada por el Congreso.