Varios helicópteros arrojaron agua el jueves sobre los bosques en llamas en Corea del Sur, mientras los equipos de bomberos luchaban por contener los peores incendios forestales en la historia del país. El desastre ha dejado un saldo trágico de 27 muertos, ha forzado la evacuación de al menos 37.000 personas y ha destruido más de 300 estructuras.
Los incendios, avivados por fuertes vientos y un clima extremadamente seco, han estado arrasando la región sureste del país desde el pasado viernes. A pesar de los esfuerzos del gobierno surcoreano, que ha desplegado miles de efectivos, decenas de helicópteros y otros equipos para combatir el fuego, las condiciones meteorológicas han dificultado el control de las llamas. Lea aquí: Familia de colombianos muere trágicamente tras un naufragio en yate
Lluvias insuficientes y pérdidas humanas en Corea del Sur
Se esperaba la llegada de lluvias el jueves, pero el jefe del Servicio Forestal de Corea, Lim Sang-seop, advirtió que la cantidad prevista —menos de 5 milímetros— no sería suficiente para mitigar los incendios.
Entre las víctimas mortales se encuentra un piloto cuyo helicóptero se estrelló durante las operaciones de extinción, además de cuatro bomberos y trabajadores que quedaron atrapados por el avance del fuego.

Las autoridades han señalado que la mayoría de los civiles fallecidos eran mayores de 60 años, muchos de los cuales no lograron escapar a tiempo o se resistieron a evacuar sus hogares.
Las investigaciones preliminares sugieren que algunos de los incendios podrían haber sido provocados por descuidos humanos, como la quema de maleza en tumbas familiares o chispas generadas por trabajos de soldadura.
Lee Han-kyung, subdirector del centro de respuesta a desastres, advirtió que estos incendios reflejan “la realidad de la crisis climática que aún no hemos experimentado”, según declaraciones recogidas por la agencia Yonhap. Los expertos han subrayado que el calentamiento global está intensificando fenómenos extremos como incendios, inundaciones, sequías y huracanes en todo el mundo.
Hasta la fecha, los incendios han arrasado 36.010 hectáreas de terreno y han causado lesiones a 32 personas. Según el centro de respuesta a desastres, 325 edificios han sido destruidos y más de 37.180 personas han sido evacuadas. Para contener el fuego, las autoridades han movilizado a más de 9.000 efectivos y aproximadamente 120 helicópteros.
¿Qué lugares han sido afectados?
En Cheongsong, una de las zonas más golpeadas, densas columnas de humo emergían el jueves por la mañana desde la montaña Juwang. Helicópteros sobrevolaban la zona arrojando agua en un intento de sofocar las llamas. En un templo budista cercano, trabajadores cubrían estructuras con materiales resistentes al fuego mientras los bomberos intentaban proteger el sitio.
Las áreas más afectadas incluyen la ciudad de Andong y los condados de Uiseong y Sancheong, así como la ciudad de Ulsan. En Andong, la densa humareda y los fuertes vientos obligaron a evacuar varias localidades, incluyendo Puncheon, donde se encuentra el pueblo tradicional de Hahoe, un sitio declarado Patrimonio Mundial por la UNESCO. Le puede interesar: Video: Japón se enfrenta a uno de los mayores incendios en décadas

El fuego ha devastado viviendas, fábricas y estructuras históricas. En Uiseong, alrededor de 20 de las 30 estructuras del templo Gounsa, construido en el siglo VII, han sido consumidas por las llamas.
Entre las pérdidas se encuentran dos tesoros nacionales: un pabellón con vista a un arroyo, erigido en 1668, y una estructura de la dinastía Joseon construida en 1904.
Hay máxima alerta en Corea del Sur
Ante la magnitud del desastre, el Servicio Forestal de Corea ha elevado la alerta de incendios al nivel más alto, lo que implica la asignación de más personal para la respuesta de emergencia, restricciones de acceso a bosques y parques, y la suspensión de ejercicios militares con fuego real.
La lucha contra los incendios continúa mientras las autoridades buscan controlar la situación y evaluar los daños en lo que ya se considera una de las mayores catástrofes ambientales en la historia de Corea del Sur.