El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, lanzó este miércoles una dura advertencia a Irán y a los rebeldes hutíes de Yemen. Exigió que Teherán ponga fin “completa e inmediatamente” a su apoyo a los insurgentes chiíes y amenazó con “aniquilarlos por completo” si continúan sus ataques en el Mar Rojo y el Golfo de Adén.
A través de su red social, Truth Social, el mandatario republicano aseguró que los hutíes ya han sufrido “un daño tremendo” debido a los recientes bombardeos estadounidenses y recalcó que “la situación empeorará progresivamente”. Lea aquí: Estados Unidos lanza ataques contra los hutíes: crece tensión con Irán
Ni siquiera es una lucha justa y nunca lo será. ¡Serán completamente aniquilados!”.
Donald Trump (Presidente de Estados Unidos)
Presión de Trump sobre Irán
El presidente también se refirió al papel de Irán en el conflicto, señalando que aunque hay indicios de que Teherán ha reducido el suministro de equipo militar y apoyo a los hutíes, aún sigue enviando “grandes cantidades de suministros”.
“Irán debe detener el envío de estos suministros INMEDIATAMENTE. Que los hutíes se las arreglen solos”, advirtió.

Ataques aéreos de Estados Unidos en Yemen
Estados Unidos lanzó el pasado fin de semana una serie de bombardeos contra varias ciudades controladas por los rebeldes en el norte y centro de Yemen, incluida la capital, Saná. Según fuentes insurgentes, estos ataques han causado al menos 50 muertos.
Trump ordenó las ofensivas con el objetivo de frenar la amenaza hutí contra la navegación y el comercio internacional en los mares Rojo y Arábigo. La escalada se produjo después de que los rebeldes anunciaran que reanudarían sus ataques contra barcos israelíes o relacionados con Israel en respuesta al conflicto en la Franja de Gaza. Le puede interesar: Los hutíes yemeníes reclaman responsabilidad por nuevos ataques a Israel

Desde la Casa Blanca han insistido en que las operaciones militares contra los hutíes continuarán hasta que cesen por completo los ataques marítimos. Trump, por su parte, ha sido aún más contundente, asegurando que su gobierno no permitirá que los rebeldes sigan poniendo en riesgo la estabilidad regional.
“Les prometimos el infierno y lo cumpliremos”, afirmó el presidente, dejando claro que su administración no tiene intención de retroceder en este enfrentamiento.