Estados Unidos advirtió este martes que impondrá nuevas sanciones severas a Venezuela si el gobierno de Nicolás Maduro no acepta la repatriación de sus ciudadanos deportados.
El jefe de la diplomacia estadounidense, Marco Rubio, fue claro en su mensaje publicado en la red social X:
“A menos que el régimen de Maduro acepte un flujo constante de vuelos de deportación, sin más excusas ni demoras, Estados Unidos impondrá nuevas sanciones duras y crecientes”.
Rubio insistió en que Venezuela está obligada a recibir a sus ciudadanos deportados y que esto no es negociable ni merece ninguna recompensa.
Desde su regreso a la Casa Blanca el 20 de enero de 2025, el presidente Donald Trump ha intensificado su política migratoria, endureciendo la deportación de migrantes en situación irregular. Lea aquí: El Hombre que fue quemado vivo en pleno Times Square en Nueva York
Washington justifica la medida bajo el argumento de que muchos de estos migrantes están vinculados con el crimen organizado. En este sentido, la administración Trump ha priorizado la deportación de miembros de:
• Cárteles de droga mexicanos
• La banda venezolana Tren de Aragua
• La pandilla MS-13
Además, el gobierno estadounidense declaró a estas organizaciones como grupos terroristas globales.
Presión diplomática en América Latina
Para garantizar la repatriación de migrantes, Trump envió a su enviado especial, Richard Grenell, a Caracas y a Marco Rubio a varios países latinoamericanos con el fin de persuadirlos de aceptar a sus ciudadanos deportados.
• El Salvador, bajo el gobierno de Nayib Bukele, ha cooperado plenamente e incluso ofreció detener a los deportados en una megacárcel.
• Guatemala aceptó incrementar los vuelos de repatriación, aunque no en el nivel que EE. UU. esperaba.
Sin embargo, el principal foco de conflicto es Venezuela, ya que la administración estadounidense no reconoce a Maduro como presidente legítimo.
Sanciones contra Venezuela
Washington acusa a Caracas de incumplir el ritmo de vuelos acordado para la repatriación de migrantes venezolanos. Como represalia, EE. UU. revocó la licencia que permitía a la petrolera Chevron operar en Venezuela.
Aunque el 13 de marzo se anunció que Venezuela había aceptado reanudar los vuelos de deportación, al día siguiente el gobierno de Maduro indicó que los vuelos no despegaron debido a problemas meteorológicos.
Ante esta situación, la Casa Blanca advierte que, de persistir la negativa de Maduro, se implementarán nuevas sanciones económicas y comerciales en los próximos días.