Estados Unidos ha llevado a cabo un ataque aéreo a gran escala contra posiciones de los rebeldes chiíes hutíes en Yemen, resultando en al menos 31 muertos y más de 130 heridos. Se trata de la primera operación militar de esta magnitud en Oriente Medio bajo la administración del presidente Donald Trump, quien busca enviar un mensaje claro a Irán.
El portavoz del Ministerio de Salud de los insurgentes, Anees al Asbahi, informó a la agencia que los bombardeos dejaron 31 víctimas fatales y 131 heridos, en su mayoría mujeres y niños, calificando la situación como una “masacre”. Lea aquí: Devastadoras tormentas dejan 32 muertos en Estados Unidos: fuertes imágenes
Advirtió, además, que el número de víctimas podría aumentar con el paso de las horas.
Los ataques tuvieron como objetivo zonas residenciales en Saná, la capital yemení, así como otras localidades del centro y norte del país, incluida Saada, un bastión de los rebeldes cerca de la frontera con Arabia Saudí.

El presidente Trump ordenó personalmente la operación, describiéndola como una acción “decisiva y contundente” contra los hutíes, grupo que cuenta con el respaldo de Irán y que ha sido designado como organización terrorista por Washington.
La decisión se produjo tras el anuncio de los insurgentes de que reanudarían sus ataques en el mar Rojo y el mar Arábigo contra barcos israelíes o relacionados con Israel. Trump justificó la ofensiva como una medida para “poner fin” a esas acciones y prometió castigar severamente a los hutíes: “Les haremos vivir un infierno”.
En respuesta, los rebeldes yemeníes advirtieron que los ataques no quedarán impunes.
“Nuestras fuerzas están listas para responder escalada por escalada”, señalaron en un comunicado, insistiendo en que mantendrán su respaldo a la causa palestina.
Mientras tanto, el Gobierno yemení reconocido internacionalmente responsabilizó a los hutíes y a Irán por convertir Yemen en un “campo de batalla abierto”. Moammar al Eryani, ministro de Información yemení, denunció en la red social X que los insurgentes “juegan con la vida de los yemeníes”.
Tensión creciente entre Washington e Irán
El ataque también fue un mensaje directo a Teherán. Trump exigió a Irán que detuviera su apoyo a los hutíes y advirtió que EE.UU. “no será amable al respecto”.
En respuesta, el ministro iraní de Exteriores, Abás Araqchí, rechazó las amenazas de Washington, afirmando que “Estados Unidos no tiene autoridad ni competencia para dictar nuestra política exterior”. Además, instó a la administración Trump a “detener su apoyo al genocidio y al terrorismo israelí” y a “dejar de matar al pueblo yemení”. Le puede interesar: Incendio en discoteca: 59 personas mueren en Macedonia del Norte
Por su parte, la Guardia Revolucionaria iraní advirtió que responderá de manera “devastadora” ante cualquier agresión contra Irán. A su vez, el grupo libanés Hizbulá expresó su “plena solidaridad” con los hutíes y llamó a los “pueblos libres del mundo” y a las fuerzas de resistencia de la región a enfrentar “el proyecto sionista estadounidense”.

Reacciones internacionales tras los ataques
En el ámbito diplomático, Rusia abogó por el cese del uso de la fuerza en Yemen. El ministro de Exteriores ruso, Serguéi Lavrov, transmitió esta postura en una conversación telefónica con el secretario de Estado estadounidense, Marco Rubio. Más aquí: Putin y Trump hablan sobre la guerra en Ucrania: ¿Se acabará pronto?
Los ataques de EE.UU. se producen apenas unos días después de que los hutíes amenazaran con retomar sus agresiones contra barcos israelíes o con vínculos con Israel, en represalia por el asedio a Gaza.

A principios de marzo, el gobierno de Trump designó formalmente a los hutíes como organización terrorista, una decisión anunciada tras su regreso a la Casa Blanca. Esta medida endurece las sanciones contra el grupo y castiga a quienes les brinden apoyo financiero o material.
Desde el inicio de la guerra en Gaza el 7 de octubre de 2023, los hutíes han lanzado cientos de ataques contra Israel y contra la navegación en el mar Rojo y el mar Arábigo, intensificando la inestabilidad en la región.