El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, firmó este sábado una orden ejecutiva que establece el inglés como el idioma oficial del país, en una decisión que busca promover “una sociedad unificada y cohesionada (...) que pueda intercambiar ideas libremente en un idioma compartido”.
La medida, según el documento publicado por la Casa Blanca, pretende estandarizar la comunicación dentro del Gobierno Federal y “reforzar los valores nacionales compartidos y crear una sociedad más cohesionada y eficiente”. Hasta ahora, Estados Unidos no contaba con un idioma oficial a nivel federal, aunque el inglés es reconocido como tal en 32 estados.
La orden ejecutiva deroga la normativa previa, la Orden Ejecutiva 13166 del 11 de agosto de 2000, que garantizaba el acceso a los servicios gubernamentales para personas con dominio limitado del inglés. No obstante, según el nuevo mandato, esta modificación no obliga a las agencias federales a cambiar los servicios que prestan, siempre que sus responsables consideren que continúan cumpliendo sus funciones de manera eficaz. Lea: Las tácticas de Trump para silenciar a la prensa: demandas y listas negras
Trump argumentó que el dominio del inglés no solo facilita la comunicación, sino que también ayuda a la integración de los inmigrantes en la sociedad. “Hablar inglés no solo abre puertas económicamente, sino que ayuda a los recién llegados a participar en sus comunidades, participar en las tradiciones nacionales y retribuir a nuestra sociedad”, afirmó el mandatario. Según Trump, esta orden ejecutiva “reconoce y celebra la larga tradición de ciudadanos estadounidenses multilingües que han aprendido inglés y lo han transmitido a sus hijos para las generaciones venideras”.
El anuncio de esta medida se produce después de que fuentes oficiales adelantaran la información a medios como NBC News y el ‘Wall Street Journal’. La decisión también se alinea con iniciativas previas del Partido Republicano, como la propuesta del congresista James Inhofe en 2021 para “evitar interpretaciones erróneas de los textos en inglés de las leyes de los Estados Unidos”.
Hasta ahora, Estados Unidos era un país sin un idioma oficial a nivel federal, aunque 32 estados ya reconocían formalmente el inglés como tal. La medida firmada por Trump supone un cambio histórico en la política lingüística del país y podría tener repercusiones en el acceso a servicios públicos y en la integración de comunidades que dependen de la traducción para acceder a información gubernamental.
Según la Oficina del Censo de Estados Unidos, además del inglés, otros idiomas ampliamente hablados en el país incluyen el español, el chino, el tagalo, el vietnamita y el árabe. La nueva medida podría impactar a estas comunidades, aunque la Casa Blanca no ha detallado cómo se implementará la transición ni si habrá cambios en la prestación de servicios públicos en otros idiomas.