El aumento en los precios de los alimentos, la gasolina y los automóviles usados impulsó la inflación en Estados Unidos el mes pasado, lo que refuerza la posibilidad de que la Reserva Federal postergue nuevas reducciones en las tasas de interés.
Según el informe publicado este miércoles por el Departamento de Trabajo, el índice de precios al consumidor subió un 3% en enero en comparación con el mismo mes del año anterior, un leve repunte respecto al 2,9% registrado en diciembre. Este incremento marca un cambio en la tendencia descendente observada desde septiembre, cuando la inflación cayó al 2,4%, su nivel más bajo en tres años y medio. Lea aquí: Donald Trump firma decreto que le otorga más poder a Elon Musk
Los datos reflejan que la inflación se ha mantenido por encima del objetivo del 2% de la Reserva Federal durante casi seis meses, luego de haber caído de manera constante durante un año y medio. La persistencia de los precios elevados ha representado un desafío político para el expresidente Joe Biden. Mientras tanto, el actual mandatario, Donald Trump, ha prometido reducir los costos de vida, aunque los economistas advierten que sus planes de imponer aranceles adicionales podrían elevar los precios a corto plazo.
El inesperado repunte inflacionario podría afectar el optimismo empresarial que surgió tras la elección de Trump, basado en sus promesas de desregulación y reducción de impuestos.
Excluyendo los precios volátiles de alimentos y energía, la inflación subyacente también mostró un incremento en enero, alcanzando un 3,3% anual frente al 3,2% registrado en diciembre. Este indicador es seguido de cerca por los economistas, ya que proporciona una lectura más clara sobre la tendencia futura de la inflación.

En términos mensuales, los precios al consumidor aumentaron un 0,5% en enero respecto a diciembre, marcando el mayor salto desde agosto de 2023. La inflación subyacente, por su parte, subió un 0,4% en el mes, el incremento más alto desde marzo de 2024.
Los precios de los alimentos registraron un alza del 0,5% en enero, impulsados principalmente por un aumento del 15,2% en el precio de los huevos, la mayor subida mensual desde junio de 2015. En términos anuales, el precio de los huevos se ha disparado un 53%, debido a una epidemia de gripe aviar que ha obligado a los productores a sacrificar millones de aves. Como consecuencia, algunas tiendas han limitado la venta de huevos y algunos restaurantes han implementado recargos en platos que los incluyen como ingrediente.
El repunte inflacionario podría influir en las próximas decisiones de la Reserva Federal. Más tarde este miércoles, su presidente, Jerome Powell, comparecerá ante el Comité de Servicios Financieros de la Cámara de Representantes, donde se espera que sea cuestionado sobre la situación inflacionaria. Le puede interesar: Trump lanzó fuerte amenaza a Hamás tras detener liberación de rehenes
El banco central elevó su tasa de referencia en 2022 y 2023 hasta un máximo de dos décadas, situándola en 5,3% para combatir la inflación. Sin embargo, con la disminución del índice desde su pico del 9,1% en junio de 2022, la Fed recortó su tasa a cerca del 4,3% en sus últimas tres reuniones del año pasado.
Este miércoles por la mañana, el presidente Trump publicó en redes sociales que las tasas de interés “deberían reducirse, ¡¡¡algo que iría de la mano con los próximos aranceles!!!”.

A pesar de estas declaraciones, la subida en los precios al consumidor podría hacer que la Fed mantenga su postura cautelosa y evite recortar las tasas en el corto plazo. Los funcionarios del banco central han señalado que, aunque confían en que la inflación seguirá bajando con el tiempo, prefieren esperar más evidencia antes de tomar nuevas medidas. La tasa de interés de la Fed impacta directamente en otros costos de financiamiento, como hipotecas, préstamos para automóviles y tarjetas de crédito.