Desde 2020, un total de 475 vuelos de deportación han sido enviados desde Estados Unidos hacia Colombia, según datos de la organización Witness at the Border. Esta cifra representa el 7 % del total de vuelos de expulsión operados por el Servicio de Control de Inmigración y Aduanas de Estados Unidos (ICE) en los últimos cinco años.
Estos vuelos han sido parte de un proceso que ha involucrado tanto a la administración de Donald Trump como a la de Joe Biden, reflejando la continuidad en la política de deportación del país norteamericano. Te puede interesar: El reto a la ciudadanía en EE.UU.: ¿un cambio constitucional en puerta?
A pesar de la reciente tensión diplomática entre EE.UU. y el Gobierno de Gustavo Petro, quien rechazó la entrada de dos vuelos de deportación a Colombia el pasado domingo, el mandatario colombiano ha aceptado un número significativo de vuelos en el último año.
Petro, quien defendió los derechos de los migrantes, expresó a través de redes sociales que “un migrante no es un delincuente y debe ser tratado con la dignidad que un ser humano merece”, justificando así la decisión de devolver los aviones militares estadounidenses que transportaban a colombianos deportados.

Aunque el rechazo de los vuelos ha generado una crisis diplomática, el presidente Petro ha autorizado la llegada de 126 vuelos de deportados en el último año, con un aumento notorio en los meses de noviembre y diciembre de 2024, cuando las deportaciones subieron de 8 a 10 vuelos. Julio, sin embargo, fue el mes con más deportaciones, con 17 vuelos aterrizando en el país suramericano.
En el marco global, Estados Unidos ha deportado a inmigrantes de varios países, destacándose Guatemala como el país que más vuelos ha recibido, con 1.778 en los últimos cinco años, seguido por Honduras (1.419), México (759), El Salvador (616), Colombia (475), Ecuador (407) y Haití (337). En conjunto, estos países representan casi el 90 % de todos los vuelos de deportación en el periodo mencionado.
El año 2024 ha sido especialmente activo en términos de deportaciones, con un total de 1.564 vuelos registrados, lo que indica un aumento en las políticas de control migratorio implementadas por la administración de Biden, a pesar de la creciente presión por tratar de abordar las causas subyacentes de la migración desde América Latina hacia EE.UU. Entérate: Así fue la primer semana de mandato de Trump para los inmigrantes
El impacto de estas deportaciones en las relaciones entre EE.UU. y los países afectados sigue siendo un tema de debate, con muchos líderes de la región exigiendo un trato más humano y soluciones a largo plazo para la crisis migratoria. En tanto, la situación continúa siendo un desafío tanto para los gobiernos de los países emisores como para las autoridades estadounidenses.