En su regreso a la Casa Blanca, Donald Trump firmó una orden ejecutiva para iniciar el proceso de retirada de Estados Unidos de la Organización Mundial de la Salud (OMS). Esta decisión, que revive un intento similar de su primer mandato, ha generado preocupación entre expertos por el impacto potencial en la lucha global contra enfermedades como el sida, la malaria y la tuberculosis, así como en la capacidad mundial para enfrentar futuras pandemias.
Desde el Despacho Oval, Trump calificó la medida como “grande” al firmar la orden, que busca frenar la transferencia de fondos a la OMS, retirar personal federal que colabora con la organización y buscar socios alternativos que asuman sus actividades. Lea aquí: Estas fueron las órdenes firmadas por Trump en su primer día de mandato
Esta no es la primera vez que Trump busca desvincularse de la OMS. En 2020, su administración notificó la intención de retirarse en medio de la pandemia de COVID-19.
Sin embargo, su sucesor, Joe Biden, revirtió esa decisión al asumir el cargo en 2021. Ahora, Trump ha retomado la idea desde su primer día en el segundo mandato.
La OMS, como agencia de salud de la ONU, coordina respuestas globales a amenazas sanitarias y ayuda a distribuir recursos críticos en países con menos capacidades. También establece directrices para tratar enfermedades y mejorar la salud mundial.
Lawrence Gostin, director del Centro Colaborador de la OMS sobre Derecho Sanitario Global, advirtió que la salida de Estados Unidos haría al mundo “menos saludable y seguro” al debilitar los esfuerzos de vigilancia epidemiológica y respuesta a epidemias.
Helen Clark, ex primera ministra de Nueva Zelanda, calificó la decisión como un error estratégico, especialmente en un momento de creciente preocupación por amenazas como la gripe aviar.
Estados Unidos es el mayor donante de la OMS, con aportes anuales que han oscilado entre 160 y 815 millones de dólares en la última década.
Este financiamiento es crucial para programas como la erradicación de la polio, la salud materna e infantil, y la investigación de nuevas amenazas virales.
Además, la colaboración con la OMS beneficia directamente a agencias estadounidenses como los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC), que dependen de las iniciativas coordinadas por la organización para acceder a datos genéticos de virus y para desarrollar vacunas contra enfermedades como la gripe.
El expresidente justificó la retirada citando “el mal manejo de la pandemia de COVID-19″ y la “influencia política inapropiada” que, según él, ejercen algunos estados miembros sobre la OMS. También criticó la falta de reformas en la organización y señaló errores como la tardía admisión de que el COVID-19 se propaga por el aire. Le puede interesar: Trump busca establecer aranceles del 25% a México y Canadá
Trump también mencionó escándalos dentro de la OMS, como los casos de abuso sexual ocurridos en 2019 durante la respuesta al brote de ébola en el Congo.
Respuesta de la OMS
La OMS expresó su pesar por el anuncio y llamó a reconsiderar la decisión. En un comunicado, destacó la colaboración histórica entre Estados Unidos y la organización, que ha salvado innumerables vidas a lo largo de más de siete décadas, incluyendo la erradicación de la viruela y el avance hacia la eliminación de la polio.
El portavoz de la OMS, Tarik Jasarevic, señaló que Estados Unidos aportó el 18% del presupuesto de la organización en 2023, pero evitó detallar cómo afectaría su retirada al funcionamiento de la agencia.
Aunque Trump tiene la capacidad de retirar a Estados Unidos de la OMS, necesitará la aprobación del Congreso y cumplir con las obligaciones financieras pendientes.