Donald Trump asumirá este lunes su segundo mandato como presidente de Estados Unidos, superando juicios políticos, acusaciones criminales y dos intentos de asesinato. Con el control republicano en Washington, Trump y su partido se disponen a reformar profundamente las instituciones del país.
Tras la ceremonia de investidura, Trump tiene listo un paquete de órdenes ejecutivas que incluyen medidas para intensificar las deportaciones, aumentar la exploración de combustibles fósiles y disminuir protecciones laborales en el gobierno. Ha prometido que su presidencia traerá “un nuevo día de fuerza y prosperidad estadounidense, dignidad y orgullo”. Lea aquí: Donald Trump se dio un baño de masas antes de su investidura como presidente
El frío extremo obligó a trasladar la ceremonia de investidura a la Rotonda del Capitolio, algo que no ocurría desde hace 40 años. Además, el tradicional desfile inaugural fue sustituido por un evento en un estadio del centro de Washington, dejando a miles de seguidores de Trump buscando alternativas para presenciar los festejos.
Entre ellos se encuentra Terry Barber, quien viajó sin detenerse desde Georgia para presenciar el histórico día. Barber expresó: “Dios tiene un plan, estoy conforme con ello”.
Con su juramentación al mediodía, Trump completará un inusual regreso político. Hace cuatro años, dejó la Casa Blanca en medio de una crisis económica por la pandemia del COVID-19. Tras negar su derrota electoral y enviar a sus seguidores al Capitolio en enero de 2021, su retorno marca un hecho sin precedentes en la política estadounidense.
Trump, ahora condenado por falsificación de registros comerciales, será el primer presidente con antecedentes penales en jurar el cargo.
Desde el mismo lugar que fue atacado por sus seguidores, ha prometido indultar a muchos de ellos como uno de sus primeros actos.
Con un conocimiento más profundo del gobierno federal, Trump promete avanzar más rápido que en su primer mandato. Entre sus prioridades están represalias contra críticos, lealtad absoluta en sus nombramientos y un enfoque centrado en políticas migratorias, comerciales y climáticas.
El lema de política exterior “Estados Unidos Primero” sigue generando escepticismo, especialmente mientras Rusia continúa su invasión a Ucrania y persiste un frágil alto al fuego entre Israel y Hamás.
El sábado, Trump llegó a Washington en un avión gubernamental y participó en un espectáculo de fuegos artificiales en su club de golf privado.
El domingo colocó una ofrenda floral en el Cementerio Nacional de Arlington y se reunió con sus seguidores en el Capital One Arena.
Entre los asistentes a sus celebraciones destacan Elon Musk, Mark Zuckerberg y Jeff Bezos, además del director ejecutivo de TikTok, cuya aplicación Trump planea permitir nuevamente en el país.
El lunes comenzará con un servicio religioso en la iglesia de San Juan, seguido de una reunión con el presidente saliente, Joe Biden, y la primera dama, Jill Biden. La ceremonia incluirá la juramentación de JD Vance como vicepresidente, utilizando una Biblia familiar, mientras que Trump usará tanto su Biblia familiar como la de Abraham Lincoln. Le puede interesar: Esto hará Donald Trump con la situación de TikTok en Estados Unidos
Con el control del Congreso, los republicanos trabajan en conjunto con el gobierno de Trump para implementar su agenda. Mike Johnson, presidente de la Cámara de Representantes, aseguró: “El presidente llegará con una ráfaga de órdenes ejecutivas y trabajaremos al unísono con su administración”.
El senador Ted Cruz afirmó que los estadounidenses deben esperar medidas rápidas y decisivas: “Esperen shock y asombro. Cumpliremos nuestras promesas”.