Tras su investidura este lunes 20 de enero, el presidente de EE.UU., Donald Trump, expresó en su primer discurso oficial que la “edad de oro” de Estados Unidos comienza “ahora mismo” con su toma de posesión y afirmó que el “declive” del país ha terminado con su llegada a la Casa Blanca.
“Desde este día, nuestro país florecerá y será respetado nuevamente en todo el mundo. Seremos la envidia de todas las naciones, y no permitiremos que sigan aprovechándose de nosotros nunca más. Cada día de la Administración Trump, pondré a Estados Unidos primero, a ustedes”, declaró Trump.
Y añadió: “Nuestra soberanía se recuperará. Nuestra seguridad será restaurada. Los balances de la justicia serán reequilibrados. El uso vicioso, violento e injusto del Departamento de Justicia y de nuestro Gobierno terminará, y nuestra principal prioridad será crear una nación orgullosa, próspera y libre”. Le puede interesar: En vivo: Donald Trump es investido como el presidente 47 de Estados Unidos
El inicio del discurso, Trump adoptó un tono nacionalista en el que habló del “renacer” nacional de Estados Unidos y aseguró que “el declive” del país “ha terminado” en el momento de su toma de posesión. “A partir de este momento, el declive de Estados Unidos ha terminado” afirmó.

El ahora presidente de Estados Unidos también recordó el intento de asesinato que sufrió el 13 de julio del año pasado durante la campaña electoral para las elecciones de noviembre, en un mitin en Butler, Pensilvania, en el que resultó herido y aseguró que fue Dios quien lo salvó.
“Hace solo unos meses, en un hermoso campo de Pensilvania, una bala de asesino atravesó mi oreja, pero sentí entonces, y lo creo aún más ahora, que mi vida fue salvada por una razón. Fui salvado por Dios para hacer grande de nuevo a Estados Unidos”, declaró Trump. Lea también: El pastor Arrázola y los colombianos que asistieron a la posesión de Trump
Más sobre el primer discurso de Trump tras su investidura
En medio de su primer discurso como presidente de Estados Unidos, Donald Trump sorprendió al reafirmar dos controvertidas propuestas: renombrar el “golfo de México” como “golfo de América” y recuperar el control del Canal de Panamá, una medida que justificó como parte de su visión para una “nueva era dorada” en el país.
Trump anunció que su gobierno impulsará una propuesta para cambiar el nombre del golfo de México, argumentando que este reflejaría mejor el liderazgo estadounidense en la región.