La frontera sur de México, específicamente la ciudad de Tapachula, está implementando un “plan emergente” ante la posible saturación migratoria derivada de las políticas que el presidente electo de Estados Unidos, Donald Trump, podría impulsar tras su regreso a la Casa Blanca este lunes. Con la expectativa de nuevas deportaciones masivas y restricciones más severas para los migrantes, autoridades locales se preparan para una posible oleada de repatriados desde el norte. Te puede interesar: Tensión en Irán después del asesinato de dos jueces
Aarón Yamil Melgar, presidente municipal de Tapachula, ha ordenado la creación de una estrategia integral para gestionar la llegada de migrantes. Denisse Lugardo Escobar, directora de Relaciones Internacionales y Desarrollo Transfronterizo de la ciudad, explicó a EFE que el plan está diseñado para atender a los repatriados con un enfoque que garantice el respeto a sus derechos humanos. “Ya tenemos contemplados ocho posibles espacios del Ayuntamiento, sectorizados para familias, hombres, mujeres, niños, niñas, adolescentes no acompañados y la comunidad LGBTI”, indicó Lugardo Escobar.
Este plan busca una respuesta rápida y eficiente ante una situación que podría ser crítica. La ubicación estratégica de Tapachula, en la frontera con Guatemala, convierte a la ciudad en un punto clave para la llegada de migrantes, muchos de los cuales atraviesan México con destino a Estados Unidos. Con el regreso de Trump, se teme que las políticas de deportación masiva afecten especialmente a los migrantes centroamericanos y mexicanos, quienes constituyen una parte significativa de los 11 millones de indocumentados en EE.UU.

El contexto socioeconómico de México también agrava la situación, ya que los mexicanos representan cerca de la mitad de los migrantes indocumentados en Estados Unidos. Las remesas que envían los mexicanos desde el extranjero son cruciales para la economía nacional, representando casi el 4% del Producto Interno Bruto (PIB) del país. En 2024, se estimó que México recibió aproximadamente 65.000 millones de dólares en remesas, lo que subraya la importancia de este flujo de dinero para millones de familias mexicanas.
En 2024, México alcanzó un récord de más de 925.000 migrantes irregulares, lo que representa un aumento del 132% respecto al año anterior. Este incremento pone presión sobre las autoridades mexicanas para abordar de manera efectiva el flujo migratorio, mientras que se anticipa que las políticas de Trump complicarán aún más la situación. Entérate: Estas son las promesas de Donald Trump para su segunda etapa como presidente
El panorama en la frontera sur de México continúa siendo incierto y, con el regreso de Trump a la Casa Blanca, se espera que las tensiones aumenten. Las autoridades mexicanas trabajan en estrecha colaboración con organizaciones internacionales y locales para asegurar que los derechos de los migrantes sean protegidos mientras se gestionan los desafíos logísticos y humanitarios derivados de la migración masiva.