Tras un despegue sin problemas en la base de SpaceX en Boca Chica, en Texas, la segunda etapa de la nave Starship, el cohete más grande y poderoso del mundo, se explotó este jueves 16 de enero.
Antes de confirmar la noticia, la empresa de Elon Musk señaló durante la transmisión en directo que había perdido contacto con el cohete, que debía amerizar en el océano Índico.
Sin embargo, en la tarde de este mismo jueves, SpaceX anunció que la nave espacial sufrió un “desmontaje imprevisto” durante su ascenso. Lea aquí: SpaceX se prepara para la séptima prueba de Starship, que llevará satélites Starlink
Las imágenes de la explosión se difundieron rápidamente en redes sociales, provocando cientos de reacciones entre los usuarios, incluso, hubo quienes señalaron este hecho como un “fracaso” para la compañía.
“La nave espacial Starship sufrió un desmontaje rápido e imprevisto durante su ascenso. Los equipos seguirán revisando los datos de la prueba de vuelo de hoy para comprender mejor la causa raíz”, comunicó SpaceX en su cuenta oficial de X.
Agregó que en una prueba como esta, “el éxito depende de lo que aprendemos, y el vuelo de hoy nos ayudará a mejorar la fiabilidad de la nave espacial Starship”.
El cohete, de acuerdo con la agencia Efe, había sido mejorado para este séptimo vuelo de prueba y la parte que se perdió llevaba por primera vez carga al espacio, en este caso una decena de réplicas de satélites de internet Starlink.
El barco perdido debía volar en una trayectoria suborbital durante aproximadamente una hora, después de lo cual estaba previsto hundirse en el Océano Índico, como en las últimas pruebas. Le puede interesar: NASA apuesta por SpaceX y Blue Origin para misiones a la Luna
En estos vuelos de prueba iniciales, la idea no es alcanzar la órbita sino dar la vuelta al planeta y descender por la cola por delante y propulsadas por cohetes en el océano Índico.

El cohete había despegado hoy a las 16:37 hora local (22:37 GMT) impulsado por el Super Heavy como estaba previsto después de varios retrasos debidos a desfavorables condiciones meteorológicas.
SpaceX se propuso en esta nueva prueba del Starship lanzar una nave con mejoras significativas, e intentar la primera prueba de despliegue de carga útil, los Starlink.

También quería volar múltiples experimentos de reentrada orientados a la captura y reutilización de naves, y lanzar y devolver el propulsor Super Heavy a la base en Texas, como lo logró.
Al igual que en los vuelos de prueba más recientes, la primera etapa impulsó la superior fuera de la densa atmósfera inferior antes de regresar de forma controlada.