Yabalia, una de las ciudades más densamente pobladas de la Franja de Gaza, ha quedado prácticamente destruida tras meses de intensos bombardeos y enfrentamientos en el marco de la última ofensiva israelí, la más destructiva hasta la fecha.
La ciudad, que antes de la guerra albergaba a más de 110.000 personas, ahora parece un escenario de apocalipsis, con casi el 70% de sus edificios reducidos a escombros, según las estimaciones del Ejército israelí, mientras que las autoridades de Gaza, controladas por Hamás, afirman que el porcentaje de destrucción alcanza el 96%. Lea: Recientes ataques de Israel dejan cerca de 200 muertos en Gaza

El Ejército israelí ha intensificado sus operaciones en el norte de Gaza desde octubre de 2023, con el objetivo de erradicar a los milicianos de Hamás y evitar el reagrupamiento de las fuerzas del grupo islamista tras su expulsión de otras zonas del sur de la Franja. Desde entonces, las incursiones en Yabalia han sido continuas, convirtiéndola en uno de los focos más críticos del conflicto.
“Nuestra misión es matar a todos los terroristas que quedan aquí en Yabalia y hacer todo lo posible por traer a nuestros rehenes”, explicó a la Agencia EFE el comandante Omer, uno de los soldados israelíes desplegados en la zona. Omer, que habló a cámara con el rostro cubierto, también indicó que los combates diarios han sido extremadamente intensos, con pérdidas significativas entre las filas israelíes. “Hemos perdido soldados, comandantes y generales aquí, luchamos contra un difícil enemigo”, añadió.
Los enfrentamientos en la ciudad han sido tan intensos que las labores de rescate y búsqueda de víctimas se han visto severamente afectadas. La Defensa Civil palestina suspendió sus operaciones en el norte de Gaza a finales de octubre después de sufrir ataques israelíes a sus equipos y ambulancias. Los habitantes de Yabalia que sobrevivieron a la ofensiva se han visto obligados a huir, y la cifra de muertos y desaparecidos en la región ya supera las 4.800 personas.

A nivel humanitario, la situación en Yabalia es alarmante. Más de 96.000 civiles han sido evacuados por la fuerza, y las organizaciones internacionales de ayuda, como la Oficina de la ONU para la Coordinación de Asuntos Humanitarios (OCHA), han reportado graves dificultades para acceder a las zonas sitidas del norte de Gaza. De los 164 intentos de llegada a estas áreas desde el comienzo de la ofensiva, 148 fueron bloqueados y 16 fueron obstaculizados.
El ejército israelí, por su parte, sigue con su objetivo de desarticular las fuerzas de Hamás en el norte de Gaza. Desde el comienzo de la operación, se estima que han sido eliminados unos 2.000 combatientes palestinos, aunque las autoridades locales denuncian que los ataques indiscriminados han afectado principalmente a civiles.
El balance de este episodio de la guerra es una ciudad destrozada, una población desplazada y un paisaje marcado por la devastación. Israel, aunque considera que Hamás está prácticamente neutralizado en el norte, continúa con sus operaciones. Durante una visita a las tropas en Yabalia, el jefe del Ejército israelí, Herzi Halevi, advirtió a los combatientes de Hamás: “Les vamos a llevar al punto en el que tienen que entender por la fuerza que la única manera de acabar con esto es entregar a todos los rehenes.”
Mientras tanto, en medio de la destrucción, la vida en Yabalia se ha detenido. Las calles, antes repletas de vida, ahora solo muestran el rastro dejado por los tanques israelíes y los cadáveres que se descomponen bajo los escombros, mientras perros callejeros buscan comida entre los restos. La ciudad se ha convertido en un campo de ruinas donde apenas se percibe el eco de la violencia que aún persiste.