Una poderosa tormenta invernal azota gran parte de Estados Unidos, dejando a su paso un saldo trágico de cuatro muertos en accidentes de tráfico en Kansas, Missouri y Virginia. Lea aquí: Donald Trump fue certificado como ganador de las elecciones en EE. UU.
Además, más de 62 millones de personas están bajo alertas de clima severo mientras el temporal continúa afectando el Centro, Medio Oeste y Noreste del país.
En Washington D.C., las intensas nevadas han obligado al cierre de escuelas y oficinas federales, dejando a la capital prácticamente paralizada. Según los expertos, se espera que Kansas y Missouri reciban hasta 15 pulgadas de nieve en los próximos días, mientras que el este del país también se prepara para enfrentar fuertes ventiscas y acumulaciones significativas de nieve.
Impacto en infraestructura y movilidad
El Servicio Nacional de Meteorología (NWS) advirtió que los viajes por carretera en numerosos estados serían “muy difíciles o imposibles” debido a las condiciones extremas. Las carreteras están cubiertas de hielo y nieve, lo que representa un peligro constante para los conductores.
Además, los sistemas ferroviarios no han quedado exentos de los estragos del temporal. Este domingo se cancelaron más de 20 trenes, y se anticipa que otras 40 cancelaciones ocurran el lunes, con afectaciones adicionales previstas para el martes. Las autoridades instan a los ciudadanos a verificar sus planes de viaje antes de salir de casa. Le puede interesar: Biden prohibió perforaciones de petróleo en costas de EE.UU: ¿Por qué?
Histórica y devastadora
En los últimos tres años, esta tormenta se posiciona como la tercera más severa que ha golpeado Washington D.C. y la cuarta más grave en Kansas.
Mientras el país lucha contra los efectos de este fenómeno meteorológico, los expertos advierten que otro temporal podría llegar a varias zonas afectadas antes de que termine la semana.
La combinación de nieve, hielo y vientos helados no solo ha paralizado gran parte de la nación, sino que también ha puesto en evidencia la vulnerabilidad de la infraestructura frente a los cambios extremos del clima. Las autoridades continúan monitoreando la situación e instan a la población a seguir las recomendaciones para garantizar su seguridad.
