Corea del Sur y Estados Unidos comenzará este miércoles el análisis de una de las cajas negras del avión de la aerolínea surcoreana Jeju Air, que se estrelló el pasado 29 de diciembre, dejando 179 víctimas mortales. La investigación, que incluye a expertos internacionales, se centrará en desentrañar las causas de una tragedia que ha conmocionado a la aviación civil mundial, considerada el peor accidente aéreo en Corea del Sur y el más grave de 2024.
El ministro interino del Interior de Corea del Sur, Ko Ki-dong, informó sobre los avances en la investigación durante una reunión del equipo especial de contramedidas para desastres. “La investigación será llevada a cabo por expertos nacionales e internacionales, y su proceso y resultados serán divulgados con la mayor transparencia posible”, afirmó Ko, destacando la importancia de contar con un análisis exhaustivo de los hechos. Lea: Trágico accidente aéreo en Corea: identifican a más de 100 víctimas

El vuelo 7C2216, operado por un Boeing 737-800 de Jeju Air, se estrelló en el aeropuerto de Muan después de un aterrizaje de emergencia fallido. La aeronave, que perdió el tren de aterrizaje, tocó tierra y colisionó con un muro fuera de la pista. La explosión resultante acabó con la vida de 179 personas, mientras que solo dos de los 181 ocupantes lograron sobrevivir, lo que convierte a este siniestro en el más mortífero de la aviación civil surcoreana y el más grave registrado a nivel mundial en 2024.
En este contexto, los datos obtenidos de las cajas negras, que incluyen el grabador de datos de vuelo (FDR), serán fundamentales para esclarecer las causas del accidente. El FDR fue enviado a Estados Unidos a principios de esta semana para su análisis por parte de un equipo conjunto de expertos surcoreanos y estadounidenses.
En el esfuerzo colaborativo participan miembros de la Administración Federal de Aviación (FAA) y de la Junta Nacional de Seguridad en el Transporte (NTSB), quienes están trabajando de manera conjunta para obtener respuestas definitivas.
Un aspecto clave que se investiga es la posibilidad de que una colisión con un ave haya desencadenado los eventos que llevaron al desastre. Según los informes, minutos antes del aterrizaje, la torre de control emitió una alerta sobre la proximidad de aves a la aeronave. Poco después, el piloto activó una señal de emergencia, aunque no desplegó los mecanismos de frenado del avión. Este hecho ha generado dudas sobre si la falta de frenado contribuyó al fatídico desenlace del aterrizaje fallido.

El avión terminó su recorrido al impactar contra una estructura de cemento que albergaba una antena localizadora del Sistema de Aterrizaje Instrumental (ILS). Las autoridades surcoreanas están estudiando la ubicación de dicha estructura para determinar si su disposición podría haber influido en el impacto.
El análisis de la caja negra, junto con la revisión de los componentes clave del avión, como el motor y otros sistemas, será crucial para comprender las causas exactas de la tragedia. Un equipo internacional compuesto por 23 expertos está trabajando en conjunto para reconstruir los eventos previos al accidente.