Ucrania suspendió el miércoles el suministro de gas natural ruso hacia Europa a través de su red de gasoductos, tras la expiración de un acuerdo de tránsito que había estado en vigor desde antes del inicio de la guerra en 2022.
Esta decisión marca un hito significativo, ya que Ucrania había permitido el paso del gas ruso incluso después de la invasión de Moscú, manteniendo el flujo a través de los conductos que unen ambos países, establecidos cuando formaban parte de la Unión Soviética. Te puede interesar: Ucrania lanza nueva ofensiva sobre Kursk: esto se sabe
El ministro de Energía de Ucrania, Herman Halushchenko, confirmó que la suspensión responde a “intereses de seguridad nacional”. En un mensaje en Telegram, Halushchenko subrayó que la medida también tiene un impacto económico para Rusia, al perder uno de sus mercados más rentables. “Rusia está perdiendo mercados y sufrirá pérdidas financieras”, expresó el funcionario ucraniano. Esta decisión se enmarca dentro de la política ucraniana de no permitir que Rusia se beneficie económicamente del tránsito de gas a Europa durante el conflicto.
El presidente de Ucrania, Volodymyr Zelenskyy, había anunciado en la cumbre de Bruselas en diciembre que Ucrania no permitiría que Moscú siguiera obteniendo ingresos del gas ruso, que el gobierno ucraniano considera obtenido “con la sangre” de sus ciudadanos. Aunque al principio dejó abierta la posibilidad de continuar con los flujos si se retenían los pagos a Rusia hasta el fin de la guerra, finalmente se optó por no renovar el acuerdo.
Gazprom, la estatal energética rusa, respondió a la suspensión señalando que, debido a la negativa de Kiev de extender el acuerdo, “no tiene posibilidad técnica ni legal” de enviar gas a través de Ucrania.
Antes de la guerra, Rusia suministraba cerca del 40% del gas que llegaba a la Unión Europea, pero la guerra ha alterado significativamente las rutas de suministro.
Tras el conflicto, Rusia cortó gran parte de sus suministros a Europa, recortando el gas a través de los gasoductos del Báltico y Bielorrusia-Polonia. En lugar de esto, Europa ha dependido de otras fuentes, como Noruega y Estados Unidos, para llenar el vacío de suministro.
A pesar de los esfuerzos europeos por diversificar sus fuentes de energía, el corte de gas sigue siendo un desafío importante para algunos países, como Austria y Eslovaquia, que históricamente dependían del gas ruso.
La suspensión del tránsito de gas afecta principalmente a países como Moldavia, que dependían de los suministros rusos a través de Ucrania. Moldavia ya enfrenta una crisis energética, y el corte del gas natural ha llevado a la interrupción del suministro de calefacción y agua caliente en la región separatista de Transnistria. Entérate: Falleció la persona más longeva del mundo: ¿Cuántos años tenía?
El gobierno moldavo ha adoptado medidas de emergencia y teme una crisis humanitaria en esta región, que ha sido dependiente de Rusia para sus necesidades energéticas.