El asesinato de la abogada Andrea Vidal, en Perú, destapo una presunta red de prostitución en el Congreso de ese país. A raíz de esto, la Fiscalía de Perú comenzó una investigación preliminar contra Jorge Torres Saravia, quien ejercía como jefe de la oficina legal del Congreso, pues es sospechoso de muerte de la abogada y de estar detrás de la supuesta red de prostitución.
De acuerdo la cadena de televisión Willax, los funcionarios tenían una mafia en la que Torres Saravia se encargaba de encontra prostitutas y Andrea Vidal les daba puestos como secretarias o asesoras para hacerlas pasar desapercibidas dentro del Congreso.
El funcionario rechazó los cargos que se imputaron en su contra y expresó que se encuentra “consternado” ante la situación, durante una entrevista con la emisora RPP, en su país.
“Estoy preocupado, consternado por todas esas acusaciones. También me han acusado de violador y asesinado. Niego rotundamente todos los cargos. Todo lo que me imputan es falso”, dijo Saravia.
Y agregó que “(La salida) la determina Recursos Humanos, no yo. Tendríamos que preguntarle a Recursos Humanos el motivo. El cargo de confianza era para el Congreso”.
Sobre la investigación que se inció por la supuesta res de prostitución, Torres Sarabia aseguró que va a cooperar y que acudirá a las convocatorias que le hicieron desde el Ministerio Público y el Congreso, reveló el diario El Comercio.
Por otra parte, el diputado Juan Burgos, presidente de la Comisión de la Fiscalización del Congreso, señaló que los intereses de los involucrados en este escándalo de prostitución estaban relacionados con la consecución de votos de los parlamentarios en los temas que se debatían en el Congreso, reveló la prensa de Perú.
El diputado Burgos descartó que el móvil de este asunto sea interés económico.
De acuerdo con la Revista Semana, la alianza entre la abogada fallecida y Jorge Torres Saravia se diluyó hace apenas unas semanas a causa de una discusión.
Así las cosas, Vidal sufrió un atentado mientras viajaba, el pasado 9 de diciembre; un grupo de sicarios en el distrito La Victoria, en Lima, dispararon contra el vehículo en el que se movilizaba. El conductor murió en el acto, mientras que ella luchó por su vida en un hospital hasta el pasado martes, 17 de diciembre, día en que falleció.