El archipiélago de Vanuatu, en Oceanía, fue sacudido por un terremoto de magnitud 7,3 este lunes 16 de diciembre, de acuerdo con informes preliminares del Servicio Geológico de Estados Unidos (USGS). Este movimiento telúrico provocó alerta de tsunami en la región.
De acuerdo con el instituto, el sismo se registró a 43 kilómetros de profundidad, con una distancia de 30 kilómetros de la costa de la capital de Vanuatu, Port Vila.
El Centro de Avisos de Tsunami del Pacífico señaló que “se han observado olas de tsunami” en la zona donde ocurrió en temblor, en un boletín de prensa. Lea aquí: Emergencia en California: Tormentas, lluvias y tornados
Esta institución señaló en su comunicado que se prevén olas de 30 centímetros en otros países como Fiyi, Kiribati, Islas Salomón, Tuvalu y en el territorio francés de ultramar Nueva Caledonia.
Por otra parte, la agencia AP informó que el temblor fue seguido por una réplica de magnitud 5,5 cerca de la ubicación inicial.
“De momento se desconoce si hubo algún daño, pero los sitios web del gobierno de Vanuatu quedaron fuera de servicio tras el terremoto, mientras que los números de teléfono de la policía y otras agencias públicas no respondían. Los canales de redes sociales de la agencia de riesgos geológicos del país y de la oficina del primer ministro no han sido actualizados”, indicó AP. Le puede interesar: ¿Ovnis o drones? EE.UU. en alerta por extrañas luces en el cielo
Sin embargo, en redes sociales comenzó a circular un video publicado en el que se muestra un edificio que alberga algunas misiones diplomáticas en Vanuatu, como las de Gran Bretaña, Francia y Nueva Zelanda, con notables daños en su estructura, pues se desprendieron escombros de las paredes y varias ventanas estaban afectadas.
El Servicio Geológico de Estados Unidos, según AP, advirtió sobre la posibilidad de olas de tsunami para algunas costas en Vanuatu.
Cabe mencionar que algunas islas en esa región están a menos de 1 metro sobre el nivel del mar.
Por otra parte, las autoridades de Australia y Nueva Zelanda indicaron que no había amenaza de tsunami para sus países.