Un deslizamiento de tierra causado por lluvias torrenciales en el este de Uganda ha dejado un saldo devastador: al menos 15 muertos, 15 heridos y 113 desaparecidos, según confirmó la Policía ugandesa este jueves.
“Se han recuperado un total de 15 cadáveres, mientras que 15 personas heridas han sido rescatadas y hospitalizadas. Lamentablemente, 113 personas siguen desaparecidas”, informó la Policía a través de la red social X, mientras continúan los esfuerzos para localizar a los desaparecidos.
El deslizamiento afectó a los pueblos de Masugu, Namachele, Natola, Nmagugu y Tagalu, ubicados en el distrito de Bulambuli, cerca de la frontera con Kenia. Lea aquí: Rusia lanzó nuevo ataque contra la red eléctrica en Ucrania
Según la Cruz Roja, el desastre sepultó completamente 40 hogares y dañó parcialmente otros tantos.
Equipos de rescate, incluidas unidades de la Policía y la Cruz Roja, trabajan en la zona afectada. Imágenes compartidas en redes sociales muestran un enorme torrente de agua que arrasó árboles, casas y un vehículo atrapado, mientras los rescatistas tratan de localizar a los desaparecidos.

El primer ministro ugandés confirmó que las lluvias torrenciales han provocado “desastres” en diferentes regiones del país. Estas lluvias, más intensas de lo habitual, se deben al fenómeno climático El Niño, que incrementa las precipitaciones debido al aumento de temperatura en el océano Pacífico.
La región del este de África ya había experimentado lluvias intensas durante la primera mitad del año, en una temporada que suele abarcar de marzo a mayo. En mayo, las Naciones Unidas reportaron que al menos 473 personas habían muerto, más de 410.000 desplazadas y 1,6 millones afectadas por inundaciones en países como Kenia, Tanzania, Somalia, Etiopía, Uganda y Burundi. Le puede interesar: Bombardeo israelí en Gaza deja 4 muertos y más heridos
Este nuevo desastre subraya la vulnerabilidad de las comunidades de África oriental frente a fenómenos meteorológicos extremos. La Cruz Roja y las autoridades locales han pedido apoyo para las labores de rescate y asistencia a las familias afectadas. Entretanto, las lluvias continúan siendo una amenaza para la región.