El secretario general de la OTAN, Mark Rutte, y el presidente electo de Estados Unidos, Donald Trump, se reunieron el viernes en Palm Beach, Florida, para discutir una amplia agenda relacionada con la seguridad global, según informó la Alianza Atlántica este sábado.
La reunión tuvo lugar cerca del resort Mar-a-Lago, donde ambos líderes abordaron los desafíos de seguridad que enfrenta la Alianza Atlántica. Según un comunicado oficial, también estuvieron presentes el congresista republicano por Florida, Mike Waltz, y otros miembros del equipo de seguridad nacional del presidente electo. Lea aquí: Donald Trump: juez retrasa la sentencia del juicio penal en Nueva York
Trump destacó recientemente la experiencia de Waltz en amenazas como las provenientes de China, Rusia, Irán y el terrorismo global, al nombrarlo como su próximo consejero de seguridad nacional. “Será un tremendo campeón en nuestra búsqueda de la paz a través de la fuerza”, afirmó el presidente electo.
Rutte viajó a Florida en un avión gubernamental proporcionado por Países Bajos, con los costos asumidos por la OTAN, dado que la organización no cuenta con aeronaves propias. Durante el vuelo, según medios neerlandeses como la televisión pública NOS, el secretario general mantuvo contacto con su equipo, preparándose para este encuentro de alto nivel.
Esta reunión marca un nuevo capítulo en las relaciones entre la OTAN y Trump, quien en su primer mandato como presidente (2017-2021) criticó abiertamente a la Alianza por lo que consideró insuficientes contribuciones de sus socios en materia de defensa.
Rutte recordó que, aunque hubo tensiones, la cooperación con Trump durante esa etapa fue positiva. Sin embargo, persisten dudas sobre la postura del presidente electo respecto al futuro de la OTAN, especialmente después de declaraciones durante la reciente campaña electoral donde sugirió que permitiría a Rusia actuar a voluntad contra países europeos que no incrementen su gasto en defensa.
Con Trump tomando posesión en enero, esta reunión en Florida apunta a definir las bases de una relación estratégica entre Estados Unidos y la OTAN en un panorama internacional complejo. Las posiciones del presidente electo, especialmente en relación con el apoyo militar a Ucrania y su visión crítica de los aliados europeos, plantean interrogantes sobre el rumbo que tomará la Alianza en los próximos años. Le puede interesar: ¿Cómo va la transición de poder en EE. UU.?: Hablan desde la Casa Blanca