El Kremlin aseguró este jueves que Rusia está haciendo todo lo posible para prevenir un conflicto nuclear, tras las denuncias de Ucrania sobre el lanzamiento de un misil balístico intercontinental ruso hacia su territorio.
“En el marco de nuestra doctrina nuclear, Rusia adopta una postura responsable, esforzándose al máximo para impedir una confrontación de esa naturaleza”, afirmó Dmitri Peskov, portavoz del presidente Vladímir Putin, durante su habitual rueda de prensa telefónica. Lea aquí: Rusia culpa a Gobierno Biden de alargar la guerra con Ucrania
Peskov expresó su esperanza de que “otros países también adopten una posición responsable y eviten acciones provocadoras”. Sin embargo, evitó pronunciarse sobre el presunto lanzamiento del misil, remitiendo cualquier consulta al Ministerio de Defensa, que en su informe diario no mencionó el asunto.
Por su parte, la Fuerza Aérea ucraniana denunció que Rusia lanzó un misil balístico intercontinental este jueves, atacando “fábricas e infraestructuras críticas” en la ciudad de Dnipró, situada en el centro de Ucrania. Según los informes ucranianos, el proyectil fue disparado desde Astracán, una región al sur de Rusia bañada por el mar Caspio, desde donde Moscú ha ejecutado ataques similares con misiles de crucero en el pasado.

El lanzamiento coincide con la reciente aprobación de la nueva doctrina nuclear rusa por el presidente Putin. Este documento contempla el uso de armas nucleares en respuesta a ataques convencionales que comprometan la soberanía de Rusia o Bielorrusia.
El contexto se agrava por los ataques recientes con misiles de largo alcance ATACMS y Storm Shadow, suministrados por Occidente, en las regiones rusas fronterizas de Kursk y Briansk. Le puede interesar: Embajadas de occidente en Kiev cierran por preocupante razón
Los misiles balísticos intercontinentales, capaces de transportar múltiples cargas nucleares, representan un pilar clave de la tríada nuclear de Rusia, junto con los submarinos atómicos y la aviación estratégica. Estos recursos forman parte de su estrategia de disuasión frente a amenazas externas.
Aunque el Kremlin reafirma su compromiso de evitar una escalada nuclear, las tensiones continúan aumentando, alimentadas por el intercambio de ataques y las crecientes preocupaciones sobre una posible intensificación del conflicto en Ucrania.
