Ya son más de 1.000 días de combates en Ucrania, y por ahora el conflicto no parece tener un final cercano.
El pasado martes, el presidente ruso, Vladímir Putin aprobó una nueva doctrina que permite respuestas con armamento nuclear ante ataques convencionales que amenacen la soberanía de Rusia y Bielorrusia. Esta decisión surge como respuesta a la ofensiva ucraniana perpetrada esta semana contra objetivos en territorio ruso, a través de misiles de largo alcance de fabricación occidental. Lea también: Putin aprueba doctrina que permite respuesta nuclear a ataques contra Rusia
No es la primera vez que el jefe del Kremlin amenaza con el uso de armas nucleares. Ya lo había hecho varias veces incluso antes de que comenzaran los combates en Ucrania, en febrero de 2022. Sin embargo, en esta oportunidad, ¿podría representar un verdadero peligro para la humanidad?

David Fernando Varela, profesor de la Universidad Javeriana y doctor en asuntos internacionales de la Universidad Johns Hopkins en Washington DC, considera que la medida responde más a una estrategia de comunicación que a una estrategia militar o política.
“Es una amenaza más, cuyo propósito es intimidar a los miembros de la OTAN -Organización del Tratado del Atlántico Norte-, ya que el texto de la nueva doctrina sugiere que cualquier ataque con armas de países de la OTAN será considerado un ataque de la OTAN. En el fondo, es una contrapartida al artículo cuarto de la OTAN, que establece que un ataque contra uno de sus miembros es un ataque contra todos”, explica Varela.
¿Cómo se traducen estas amenazas?
“Es muy peligroso hacer amenazas de este tipo”, asegura el experto. A su juicio, dirigir este tipo de mensajes hacia Occidente es sumamente delicado: “Europa y Estados Unidos han respondido reiteradamente que cualquier uso de armas nucleares por parte de Rusia tendría una respuesta implacable, lo que en términos diplomáticos significa gravísimas consecuencias. Esto sugiere, simplemente, un contraataque nuclear y el inicio de una tercera guerra mundial”.
No obstante, dentro de la lógica de las relaciones internacionales, Varela señala que sería ‘absurdo’ que un país inicie una guerra nuclear, ya que esto implicaría exponerse a la destrucción total. “En este escenario, entra en juego el principio de destrucción mutua asegurada, que establece que todos pierden en una guerra nuclear: tanto quien ataca como quien responde al ataque”. Le recomendamos: Esto dijo el Kremlin sobre un posible conflicto nuclear
¿Le conviene a Rusia un conflicto nuclear?
Considerando el tamaño de su economía, territorio y población, Rusia es un país vulnerable al que no le conviene un conflicto nuclear. Su economía es débil, su nivel tecnológico está rezagado y, además, el estado real de su arsenal nuclear es incierto. “Es posible que buena parte de sus ojivas estén inutilizadas por falta de mantenimiento e inversiones en operación”, subraya el experto.
En este sentido, Varela advierte: “Aunque Rusia tiene cabezas nucleares y podría usarlas, se expondría gravemente a una respuesta militar concertada de la OTAN, Europa, Estados Unidos y otras regiones, como el Pacífico y Alaska”.
¿Qué papel juega la presidencia de Donald Trump?
Estados Unidos desempeña un papel clave estratégico en el escenario global, incluida su influencia en la guerra en Ucrania. Con Donald Trump asumiendo la presidencia el próximo 20 de enero, las expectativas son altas.
Según Varela, “las reacciones de Trump son más impredecibles que racionales, lo que genera riesgos desde ambas perspectivas. Esperamos, por supuesto, que el planeta no enfrente una crisis nuclear”. Le puede interesar: Trump promete acabar con la guerra en Ucrania en 24 horas: ¿Cómo lo hará?

Por su parte, Rusia afronta un riesgo conocido en las relaciones internacionales como miscalculation (cálculo equivocado), que ocurre cuando una amenaza destinada a intimidar al enemigo, en realidad, lo motiva a atacar.
Por ahora, la amenaza de Putin parece más un movimiento para medir reacciones que una acción inmediata. “Están probando las aguas para ver cómo responde Trump respecto a Ucrania y Rusia. Lo que decida Trump podría ser clave para la finalización del conflicto en Ucrania o, por el contrario, para su agravamiento”, concluyó el experto.