Un tribunal superior en Castilla-La Mancha, España, ha confirmado que el despido de un empleado de supermercado por consumir una croqueta que iba a ser desechada fue improcedente. El caso, que ha generado gran interés, subraya la controversia sobre las políticas laborales y el desperdicio de alimentos.
El incidente ocurrió en julio de 2023, cuando un trabajador de la cadena de supermercados Mercadona fue despedido tras consumir una croqueta de la sección de charcutería, destinada a la basura porque no se había vendido antes del cierre.
Mercadona argumentó que su política prohíbe estrictamente a los empleados consumir productos de la tienda sin haberlos pagado, independientemente de su estado o destino. Lea aquí: Hombre que fue víctima de un disparo en el rostro recibió exitoso trasplante
El Tribunal Superior de Castilla-La Mancha respaldó una decisión anterior emitida en mayo de 2024, que determinó que el despido fue improcedente. Según el fallo, era una práctica habitual que los trabajadores consumieran alimentos listos para desecharse al cierre del establecimiento.

El tribunal enfatizó que el empleado no consumió un paquete completo, sino una sola croqueta que ya no podía ser puesta a la venta. “Debe insistirse que se hallaba en el carro de productos destinados a rotura o basura, al no haber tenido lugar la venta del mismo durante la apertura del establecimiento al público”, señala la sentencia.
El tribunal ordenó a Mercadona reintegrar al trabajador en su puesto y pagarle 39.700 euros (41.800 dólares) por salarios caídos, además de 600 euros (633 dólares) para cubrir sus gastos legales.
Hasta el momento, Mercadona no ha emitido comentarios oficiales sobre la decisión. El caso ha suscitado debates sobre la rigidez de las normativas empresariales frente a situaciones de desperdicio alimenticio y la necesidad de revisar políticas que afectan tanto a empleados como a recursos. Le puede interesar: Así es el holograma que busca resolver el asesinato de una trabajadora sexual
Aunque no se especificó el tipo de croqueta, este tradicional aperitivo español, comúnmente relleno de jamón, pollo o bacalao, se ha convertido en el centro de una discusión más amplia sobre justicia laboral y sostenibilidad.