Los republicanos han asegurado el control de la Cámara de Representantes de Estados Unidos, consolidando el poder en el Congreso y el gobierno junto al presidente electo Donald Trump.
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Redacción MundoCon una victoria en Arizona y otra en California, el Partido Republicano alcanzó los 218 escaños necesarios para la mayoría en la Cámara. Además, el control del Senado, ganado previamente, refuerza su dominio en Washington.
Con una mayoría ajustada pero significativa, los líderes republicanos ven en este triunfo un mandato claro para transformar el gobierno federal y ejecutar rápidamente la visión de Trump. Entre sus planes, el presidente electo ha prometido implementar la mayor operación de deportación en la historia de EE.UU., extender recortes de impuestos, castigar a opositores políticos y remodelar la economía, contando con el respaldo de un Congreso alineado con su agenda, ante el cual los demócratas se encuentran en una posición de escaso poder de oposición. Más sobre Estados Unidos: Estos son los puntos que Trump y Biden abordaron sobre Gaza y Ucrania
A diferencia de 2016, cuando los republicanos también dominaron el Congreso pero enfrentaron resistencia de algunos de sus propios líderes, Trump trabajará esta vez con un Partido Republicano profundamente transformado por su influencia y con una Corte Suprema de mayoría conservadora, de la cual él ha nombrado a tres de sus jueces.
En su primer regreso a Washington tras las elecciones, Trump se reunió con legisladores republicanos en un hotel cercano al Capitolio el miércoles, y bromeó: “Sospecho que no me postularé de nuevo a menos que digan: ‘Él es bueno, tenemos que dilucidar algo más’”, provocando risas entre los presentes.
El presidente de la Cámara, Mike Johnson, quien ha liderado la Conferencia Republicana con un estilo combativo y cercano a Trump, planea una ambiciosa agenda para los primeros 100 días. El republicano de Luisiana, conocido por su conservadurismo, ha hablado de “aplicar un soplete” al gobierno federal, replanteando incluso programas populares defendidos por los demócratas en los últimos años. “Los republicanos en la Cámara de Representantes y el Senado tienen un mandato”, dijo Johnson. “El pueblo estadounidense quiere que implementemos y entreguemos esa agenda de ‘Estados Unidos primero’”.
Aliados de Trump en la Cámara ya han adelantado que buscarán represalias por los problemas legales que enfrentó el presidente electo durante su tiempo fuera del cargo. Trump anunció el miércoles que nominará al representante Matt Gaetz, uno de sus más firmes seguidores, para el puesto de secretario de Justicia. Lea aquí: Biden y Trump encaminaron la transición de poder en los Estados Unidos
En paralelo, el representante Jim Jordan, presidente de la Comisión Judicial de la Cámara, ha señalado que los republicanos están considerando investigar al fiscal especial Jack Smith, quien actualmente lidera dos investigaciones federales sobre Trump relacionadas con su intento de anular los resultados de las elecciones de 2020 y la posesión de documentos secretos en su residencia de Mar-a-Lago. Lea aquí:
Aún con algunas contiendas por resolver, se espera que los republicanos inicien el nuevo Congreso con una mayoría muy ajustada.
La decisión de Trump de seleccionar a miembros de la Cámara para su gabinete, incluyendo a Gaetz, Mike Waltz y Elise Stefanik, podría complicar la capacidad de Johnson para mantener una mayoría estable al inicio de las sesiones.
Gaetz ya presentó su renuncia, efectiva de inmediato, y Johnson espera que sus escaños sean ocupados para el 3 de enero, cuando comience el nuevo Congreso. Las vacantes en la Cámara requieren elecciones especiales, y los distritos de estos representantes han sido históricamente republicanos. Le puede interesar: Donald Trump: “Sospecho que no me presentaré de nuevo a elecciones”
Sin embargo, la operatividad de la Cámara no está asegurada. En los últimos dos años, el control republicano estuvo marcado por divisiones internas, con facciones conservadoras ejerciendo presión sobre el liderazgo. Johnson, a veces con el apoyo de Trump, logró mantener en gran medida la cohesión, aunque la derecha del partido ha ganado terreno tras la victoria de Trump.
Además, la mayoría republicana incluye a legisladores moderados de distritos disputados, quienes podrían dudar en respaldar las políticas más extremas defendidas por Trump y sus aliados, planteando desafíos para el liderazgo en una Cámara donde cada voto cuenta.