La Universidad de Howard, alma mater de Kamala Harris, se vistió de gala este martes en Washington DC. Globos, música y banderas adornaban el campus, esperando celebrar lo que prometía ser un momento histórico: la posible elección de la primera mujer presidenta de Estados Unidos. Sin embargo, a medida que avanzaba el escrutinio, el ambiente festivo se fue apagando, y para la medianoche, la celebración anticipada se transformó en una vigilia de incertidumbre y resignación.
La intervención de Harris, inicialmente programada para esa noche, se pospuso hasta el día siguiente.
Este miércoles, la escena en el campus era sombría. Los globos y las banderas permanecían, pero el ánimo era distinto. Los asistentes escucharon a Harris aceptar la derrota en un ambiente que más parecía un funeral que una celebración, un homenaje a la esperanza rota de ver a una mujer afroamericana y asiática alcanzar la Casa Blanca y derrotar a Donald Trump, el primer expresidente convicto en la historia de EE.UU. Lea aquí: Reacciones de Los Clinton, Maduro y Lula da Silva, a victoria de Donald Trump

“Hoy entramos en un proceso de duelo,” explicó Rory a EFE, visiblemente afectada tras el discurso de Harris. “Nos habíamos concentrado tanto en el optimismo de lograrlo que no habíamos pensado en esta posibilidad,” añadió, con lágrimas aún frescas en su rostro.
En un discurso de poco más de diez minutos, Harris aceptó la derrota pero prometió no rendirse en su lucha por los valores que defendió durante la campaña.
“Aunque acepto la derrota, no renuncio a la lucha que impulsó esta campaña,” declaró ante un público abatido.
Confirmó que había llamado a Trump para felicitarlo y se comprometió a trabajar por una “transición pacífica de poder,” destacando el valor de respetar los resultados en una democracia, una referencia directa al rechazo de Trump en 2020 de aceptar su propia derrota.
Entre el público se encontraban figuras destacadas del Partido Demócrata, como Nancy Pelosi, junto a los colaboradores, seguidores y voluntarios de la campaña. Para muchos, como Rory, este momento representó un ajuste de sus ideales. “Estaba en la universidad en DC cuando Obama ganó y esa noche fue eléctrica. Siento que ahora, con esta segunda victoria de Trump, debemos reflexionar sobre la visión de país que tenemos,” comentó Rory. Le puede interesar: ¿Se cerrarán los casos federales contra Trump tras su elección?

Harris, quien asumió la candidatura tras la retirada de Biden en julio, aseguró que seguirá defendiendo sus ideales: un país donde las mujeres tengan libertad sobre sus cuerpos y donde las escuelas y las calles estén libres de violencia armada.
Para Hammere, otra asistente, las palabras de Harris trajeron consuelo. “Todavía tengo esperanza. Este no fue el resultado que esperábamos, pero sé que esta no es el final de la historia,” expresó, reafirmando su compromiso con los valores de su país.
Al final de la jornada, el equipo de la campaña comenzó a desmontar los adornos, recogiendo los globos y apagando la música. La fiesta había terminado sin el brindis anticipado, dejando atrás la esperanza de un momento histórico que, al menos por ahora, no se concretó.