Los insultos a Puerto Rico durante un mitin del expresidente Donald Trump (2017-2021) en Nueva York este domingo, donde el comediante Tony Hinchcliffe se refirió a la isla como una “isla flotante de basura”, podrían impactar negativamente las aspiraciones del candidato republicano, dado que cerca de un millón de votantes puertorriqueños residen en estados ‘péndulo’. Le puede interesar: El presidente Biden acude a votar anticipadamente en Delaware
Antes del discurso de Trump en el Madison Square Garden, Hinchcliffe afirmó: “literalmente hay una isla flotante de basura en medio del océano en este momento, creo que se llama Puerto Rico”, lo que provocó una fuerte reacción de rechazo.
“Esto definitivamente le va a costar votos muy valiosos a Trump”, afirmó Raúl Hinojosa, profesor de Estudios Chicanos en la Universidad de California en Los Ángeles (UCLA).

Políticos de ambos partidos, artistas y miembros de la comunidad puertorriqueña y latina en Estados Unidos han condenado esta retórica racista, extrema y vulgar, que también apunta a los hispanos en general.
La campaña de Trump intentó distanciarse de las palabras de Hinchcliffe, afirmando que no reflejan la postura del expresidente. Sin embargo, el daño parece estar hecho, y el insulto podría inclinar los votos de cientos de miles de puertorriqueños en siete estados clave hacia la vicepresidenta y candidata demócrata, Kamala Harris, quien este domingo presentó un plan para apoyar a la isla.
Miguel Tinker Salas, analista político y profesor retirado de Estudios Latinoamericanos en la Universidad Pomona, señaló que los comentarios del comediante ponen de manifiesto la retórica racista que siempre ha rodeado a Trump.
“Estos mensajes se han venido repitiendo una y otra vez durante la campaña, cuando se dice que los inmigrantes envenenan la raza. Eso es un ejemplo de esta retórica, no se pueden esconder de que fue “un chiste”, afirmó Tinker Salas.
Hinojosa y Tinker Salas advirtieron que el mayor daño para Trump podría registrarse en Pensilvania, donde reside una comunidad puertorriqueña activa. Según datos de la oficina del censo, más de 470,000 puertorriqueños viven en Pensilvania, 132,000 en Carolina del Norte y 124,000 en Georgia, entre otros estados.
La mayoría de las críticas se centran en que Trump no censuró inmediatamente las palabras del comediante. El gobernador demócrata de Pensilvania, Josh Shapiro, comentó que el republicano no tomó esa medida porque “ha hecho carrera atacando a otros, acercándose a la línea, tratando de ser simplemente provocador a expensas de otras personas”.
Para Hinojosa, este es un golpe decisivo que podría marcar la campaña a menos de una semana de las elecciones, y resaltó que será difícil borrar el impacto mediático, especialmente con el apoyo de artistas como Bad Bunny, Jennifer López, Ricky Martin, Luis Fonsi y René Pérez (Residente) a Harris.
Las organizaciones latinas de costa a costa también han exigido una disculpa de la campaña y recordaron que durante su mandato anterior, Trump ya había atacado a los puertorriqueños y a los latinos de raíces mexicanas.
El insulto podría tener repercusiones también en estados que Trump considera asegurados y en candidatos que lo apoyan. La Mesa Boricua de Florida emitió un comunicado recordando que en Florida hay alrededor de 800,000 puertorriqueños con derecho al voto.
“Con los puertorriqueños Trump no puede usar la retórica de que son inmigrantes ilegales así hablen español”, sentenció Tinker Salas.
El impacto político ha sido tal que los congresistas republicanos de Florida, Carlos Giménez y María Elvira Salazar, defensores de Trump, condenaron los comentarios y afirmaron que no reflejan los valores de su partido.
“Esto no es una broma. Es completamente de mal gusto. Puerto Rico es la joya de la corona del Caribe y el hogar de muchos de los estadounidenses más patriotas que conozco”, expresó Giménez.
Por su parte, Salazar se mostró “disgustada” por estos comentarios inapropiados. Le puede interesar: Así fue el mitin de Donald Trump en el Madison Square Garden previo a las elecciones