Este domingo 6 de octubre, el presidente de Brasil, Luiz Inácio Lula da Silva, recibió a 228 brasileños y sus familiares que fueron repatriados desde el Líbano debido a la intensificación de los bombardeos israelíes en la región. La llegada del grupo a la Base Aérea de São Paulo marca el inicio de un proceso de evacuación que busca proteger a los ciudadanos brasileños afectados por el conflicto armado.
El avión KC-30 de la Fuerza Aérea Brasileña aterrizó a las 10:25 hora local (13:25 GMT) tras hacer una parada técnica en Lisboa luego de partir desde Beirut. A bordo viajaban niños, ancianos y mujeres que fueron recibidos por Lula y su esposa, Rosângela ‘Janja’ da Silva, quienes les dieron la bienvenida con abrazos sobre la pista de aterrizaje. La primera en descender de la aeronave fue una niña, que portaba una bandera del Líbano, simbolizando la difícil situación que se vive en ese país. Lea aquí: Esta es la razón por la que Irán suspendió los vuelos en su país

La recepción de los repatriados coincidió con la celebración de las elecciones municipales en Brasil, donde se eligen a alcaldes y concejales de más de 5.500 ciudades.
Contexto del conflicto y evacuación de brasileños
La decisión del Gobierno brasileño de evacuar a sus ciudadanos se da en medio de la escalada de violencia en el Líbano, principalmente debido a la ofensiva militar de Israel contra el grupo chií Hizbulá, que ha causado un elevado número de bajas. La situación se ha vuelto insostenible para muchos residentes extranjeros, incluyendo la comunidad brasileña en el Líbano, que se estima en alrededor de 21.000 personas. De ellas, unas 3.000 ya han solicitado salir del país. Le puede interesar: Israel habría matado a más de 440 milicianos de Hizbulá en el Líbano
Hasta ahora, dos brasileños han perdido la vida a causa de los bombardeos israelíes, según información del Ministerio de Relaciones Exteriores de Brasil, lo que ha incrementado la preocupación de las autoridades por la seguridad de sus ciudadanos. La Fuerza Aérea Brasileña ha comunicado que tiene la capacidad de repatriar a unas 500 personas por semana, siempre y cuando las condiciones de seguridad lo permitan y el aeropuerto de Beirut permanezca operativo.

Esta operación de evacuación sigue el ejemplo de la ya realizada por el Gobierno brasileño en la Franja de Gaza, donde ciudadanos brasileños fueron repatriados en medio del conflicto armado entre Israel y el grupo palestino Hamás.
El Gobierno de Brasil ha adoptado una postura crítica frente a la ofensiva israelí tanto en la Franja de Gaza como en el Líbano. Las hostilidades han dejado más de 40.000 muertos en un año, situación que ha sido condenada con firmeza por el Ejecutivo brasileño. Desde el inicio de las tensiones, Brasil ha instado a todas las partes en conflicto a alcanzar un cese de hostilidades y ha hecho un llamado a la paz y la protección de los civiles afectados.
Lula da Silva ha destacado la importancia de estas operaciones de repatriación, subrayando que la seguridad y bienestar de los brasileños es prioridad. Por ello, ha ordenado una operación que busca garantizar la salida segura de los nacionales que deseen abandonar el Líbano mientras la situación continúe siendo crítica.