El fundador de la plataforma de mensajería Telegram, Pavel Durov, fue imputado este miércoles en Francia por múltiples delitos que van desde el blanqueamiento de crímenes hasta la complicidad en la difusión de material de abuso sexual infantil. Tras declarar ante los jueces en París, se le permitió la liberación bajo una estricta vigilancia judicial y el pago de una fianza de 5 millones de euros, según informó la Fiscalía de Francia.
Los jueces de instrucción, tras cuatro días de detención provisional, decidieron imputar a Durov, de 39 años, por todos los cargos presentados durante la investigación preliminar, que comenzó en febrero de 2024. Entre las acusaciones se encuentran la complicidad en la administración de una plataforma que facilita transacciones ilícitas, la participación en estafas y tráfico de sustancias prohibidas, así como su responsabilidad en la difusión de contenido ilegal en Telegram. Lea: La fuerte confesión de Mark Zuckerberg que deja mal parado a Joe Biden
Laure Beccuau, máxima autoridad de la Fiscalía francesa, señaló en un comunicado que Durov deberá presentarse ante la policía dos veces por semana y tiene prohibido salir del territorio francés. “Ha sido puesto bajo vigilancia judicial, con la obligación de depositar una fianza de 5 millones de euros”, afirmó Beccuau.
El empresario, que además de su nacionalidad rusa posee la francesa y la de Emiratos Árabes Unidos, fue arrestado el sábado pasado en el aeropuerto de Le Bourget, cercano a París, cuando llegaba desde Dubái, donde reside y donde se encuentra la sede de Telegram. La Fiscalía explicó que la plataforma, fundada en 2013, ha sido vinculada a múltiples casos de cibercrimen, incluyendo pornografía infantil, incitación al odio en línea y narcotráfico.

A pesar de las acusaciones, Telegram defendió su postura en un comunicado emitido tras la detención de su fundador. “La plataforma cumple con las leyes de la UE, incluida la Ley de Servicios Digitales. Su moderación se encuentra dentro de los estándares de la industria y mejora constantemente”, aseguraron. Además, calificaron de “absurdo” que se responsabilice a Durov o a Telegram por los abusos cometidos por terceros en la plataforma. Lea también: Los 12 delitos por los que acusan al fundador de Telegram
La falta de cooperación de Telegram con las autoridades judiciales ha sido un punto central en la investigación. Según la Fiscalía, la empresa ha mostrado una “casi total ausencia de respuesta” ante las solicitudes judiciales. Esta actitud ha sido observada también por otras agencias francesas y socios europeos, que participaron en la investigación conjunta que llevó a la detención de Durov.
Además de los cargos iniciales, se ha revelado que Durov también está siendo investigado por presuntos malos tratos contra uno de sus hijos en París. Esta nueva investigación surgió tras una denuncia presentada en Suiza por su expareja, con quien la víctima, nacida en 2017, reside actualmente.
El caso de Pavel Durov es un ejemplo más de los desafíos que enfrentan las plataformas digitales en la lucha contra el contenido ilegal en línea, y pone en el centro del debate la responsabilidad de los operadores y fundadores de estas herramientas en la moderación de los contenidos. La situación legal de Durov, quien ha sido un defensor vocal de la privacidad en línea, se complica a medida que avanzan las investigaciones en su contra. Siga leyendo: Arrestado el fundador y director ejecutivo de Telegram, Pavel Durov
La noticia de la imputación de Durov ha generado gran repercusión internacional, dada la popularidad de Telegram, que cuenta con millones de usuarios en todo el mundo y es conocida por su fuerte encriptación y su enfoque en la privacidad. Sin embargo, estas mismas características han sido criticadas por dificultar la labor de las autoridades en la persecución de delitos cometidos a través de la plataforma.