La comunidad internacional intensifica su presión sobre Israel y Hamás para acordar un cese al fuego, con el objetivo de evitar una nueva guerra en Oriente Medio, donde Irán y el grupo chií libanés Hizbulá amenazan con represalias por los recientes asesinatos de líderes. Le puede interesar: Detienen a dos políticos opositores del Gobierno de Nicolás Maduro
Israel anunció que enviará una delegación de negociadores el próximo jueves para discutir “los detalles de la implementación del acuerdo” de tregua, luego de que Estados Unidos, Egipto y Catar, como mediadores, pidieran reanudar las conversaciones en Doha o El Cairo “para cerrar todas las brechas restantes” y aplicar el pacto “sin más demora”.

Hamás, que ha nombrado a Yahya Sinwar como sucesor de Ismail Haniyeh, no ha respondido aún al llamado de los mediadores, aunque la presión internacional persiste.
Josep Borrell, jefe de la diplomacia europea, ofreció su “total apoyo” al alto el fuego, considerándolo crucial para “la desescalada regional”, mientras que Ursula von der Leyen, presidenta de la Comisión Europea, afirmó que es “el único modo de salvar vidas y garantizar la liberación de los rehenes”.
Italia, Alemania, España, Turquía y varios países árabes como Emiratos Árabes Unidos, Omán, Irak, Kuwait y Líbano también han presionado por la tregua.
Sin embargo, la presión interna en Israel, especialmente desde la derecha más extremista del gobierno, se opone al acuerdo. El ministro de Finanzas, Bezalel Smotrich, calificó el acuerdo como una “peligrosa trampa” y criticó la liberación de presos palestinos a cambio de rehenes israelíes, lo que llevó a la Casa Blanca a considerar sus declaraciones como “indignantes”. Le puede interesar: Por segundo día consecutivo, terremoto sacude a Japón
La guerra, que comenzó el 7 de octubre tras un ataque de Hamás, ha causado aproximadamente 1.200 muertos y 251 secuestrados en Israel. La ofensiva israelí en Gaza ha resultado en casi 40.000 muertos, en su mayoría niños y mujeres, más de 90.000 heridos, 10.000 desaparecidos y 1,9 millones de desplazados, creando una crisis humanitaria sin precedentes.
Los mediadores buscan un cese de hostilidades que permita la entrada masiva de ayuda humanitaria al enclave palestino y la liberación de los 111 rehenes retenidos por Hamás, de los cuales al menos 39 habrían fallecido.
Aumento de tensiones en la frontera entre Israel y Líbano
La frontera entre Líbano e Israel está experimentando su mayor escalada desde la guerra de 2006, tras la solidaridad de Hizbulá con Hamás en octubre pasado. Este viernes, dos miembros de Hizbulá murieron en un bombardeo israelí en Naqoura, al sur del Líbano, y la milicia proiraní reivindicó nueve ataques contra Israel. Además, el líder de Hamás en el campo de refugiados de Ain el Helu murió en otro ataque israelí en Sidón.
Desde finales de julio, Israel está a la espera de un posible ataque a gran escala por parte de Hizbulá e Irán, como represalia por el asesinato de altos cargos de la milicia libanesa y de Hamás. El líder militar de Hizbulá, Fuad Shukr, murió en un ataque israelí cerca de Beirut el 30 de julio, y el entonces líder político de Hamás, Ismail Haniyeh, fue asesinado en Teherán en un ataque atribuido a Israel.
El Gobierno libanés propuso hoy una desescalada “inmediata” hasta que se implemente la resolución del Consejo de Seguridad de la ONU que puso fin a la guerra de 2006, y destacó que un alto el fuego en Gaza podría facilitar una solución diplomática en el Líbano. Francia, Egipto y Catar también hicieron un llamado para reducir la tensión en Oriente Medio y evitar las represalias en la región. Le puede interesar: EE.UU. y la ONU expresan preocupación por la seguridad de la oposición venezolana
Sin embargo, el ministro israelí de Defensa, Yoav Gallant, advirtió a Líbano que si Hizbulá continúa atacando, Israel responderá “con toda su fuerza”. Mientras tanto, la Guardia Revolucionaria iraní ha reforzado su Fuerza Naval con misiles de crucero y drones. A pesar de la presión diplomática, se especula que Irán podría cambiar su estrategia y atacar a agentes de inteligencia israelíes o colaboradores iraníes involucrados en el asesinato de Haniyeh, en lugar de lanzar un ataque directo contra Israel, según el diario británico The Guardian.