La agencia de Naciones Unidas para los refugiados palestinos (UNRWA) anunció este martes en un comunicado la suspensión de la entrada de alimento a Rafah, localidad en el extremo meridional de la Franja Gaza, por la inseguridad en el área tras la incursión militar israelí.
Los ataques y la presencia de tanques israelíes al este de esta localidad impiden el acceso tanto al centro de distribución de la UNRWA como al almacén del Programa Mundial de Alimentos (WFP), lo que ha provocado el cese de la entrada de comida a esta zona por parte de ambas organizaciones.
“La operación militar israelí en Rafah está impactando directamente la habilidad de los organismos de ayuda para introducir recursos humanitarios críticos en Gaza”, informó hoy la UNRWA en un comunicado. Lea aquí: Ministro de Defensa dice que Israel no reconoce la autoridad de la CPI
En él, detalló que solo 7 de sus 24 centros sanitarios están operativos en el territorio, y que en los últimos diez días no han recibido suministros médicos, lo que podría limitar que se mantengan operativos.
Entre el 13 y el 19 de mayo, sólo 48 camiones de ayuda humanitaria accedieron a Gaza a través de los pasos de Kerem Shalom y Rafah, según la UNRWA, que dice que en esa semana “el paso fronterizo solo estuvo abierto dos días”.
El pasado 17 de mayo, el WFP ya alertó de que llevaba una semana sin poder acceder a su almacén en Rafah. “Siempre lo intentamos con ansia, pero en este momento fallamos en la entrega de volúmenes consistentes de comida”, expusieron entonces. Le puede interesar: Video: en plena exhibición se estrelló un avión de la Fuerza Aérea Española
La crisis humanitaria de niveles catastróficos se ha intensificado todavía más en una Rafah asediada, tres el cierre de su cruce fronterizo, conectado con Egipto y el único que permitía la evacuación de enfermos, y los obstáculos que dificultan la distribución de ayuda por el cruce también sureño de Kerem Shalom.
Más de 810.000 personas han escapado por temor a los bombardeos israelíes en Rafah, donde se hacinaban más de 1,4 millones de personas, la mayoría desplazadas, antes de que comenzara la ofensiva terrestre israelí el pasado 6 de mayo.