En la vasta extensión helada de la Antártida, un lugar inhóspito y aislado, se encuentran estructuras que comparten una sorprendente similitud con las legendarias pirámides de Egipto. Estas misteriosas formaciones han generado un intenso debate en la comunidad científica y entre los entusiastas de lo desconocido.
Las pirámides antárticas, descubiertas por primera vez a través de imágenes de satélite en las últimas décadas, han desafiado la comprensión convencional de la historia y la arqueología. Lea también: Biden vs. Trump: así avanza la carrera por la presidencia, según sondeos
Estas estructuras, algunas de las cuales son notoriamente similares en forma y diseño a las pirámides egipcias, plantean una serie de preguntas intrigantes. ¿Cómo llegaron estas construcciones a la Antártida? ¿Quién pudo haberlas construido? ¿Cuál es su propósito?
Una teoría que ha ganado popularidad sostiene que estas pirámides podrían ser los restos de una antigua civilización perdida que habitó la Antártida en un pasado remoto, posiblemente cuando el continente aún no estaba cubierto de hielo. Algunos entusiastas van aún más lejos, especulando que esta civilización perdida podría haber sido, de hecho, la Atlántida mencionada por el filósofo griego Platón.

Sin embargo, la mayoría de los científicos y arqueólogos se muestran escépticos ante estas afirmaciones, argumentando que las pirámides antárticas son el resultado de procesos naturales en lugar de la actividad humana.
Según la explicación científica, estas formaciones son “pirámides” solo en apariencia y no son el producto de la construcción humana.
La teoría geológica más aceptada sugiere que estas estructuras son lo que se conoce como “nunataks”, picos de montañas que emergen del hielo.
Las condiciones climáticas y glaciares de la Antártida, junto con la erosión, podrían haber dado forma a estas estructuras, creando la ilusión de pirámides artificiales.
Además, las imágenes de satélite que muestran estas formaciones a menudo están sujetas a la paradoja del “pareidolia”, un fenómeno psicológico en el que la mente percibe patrones reconocibles, como caras o formas geométricas, en estímulos aleatorios. Esto puede llevar a interpretaciones erróneas de lo que realmente son estas estructuras. Lea también: Japón busca a siete militares tras choque de helicópteros: hay un muerto
A pesar de la evidencia científica que refuta la idea de pirámides artificiales en la Antártida, el misterio que rodea a estas formaciones persiste.
Aunque las pirámides de la Antártida han capturado la imaginación de muchos, la ciencia respalda la idea de que son formaciones naturales. Sin embargo, la leyenda de estas enigmáticas estructuras continúa fascinando a aquellos que buscan lo desconocido en uno de los lugares más remotos de nuestro planeta.