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Una misión especial: la primera vuelta al mundo de Álvaro de Marichalar

Quinientos años del inicio de la primera circunnavegación del planeta se cumplieron en 2019. Ese año, el navegante español emprendió una misión especial.

Una misión especial: la primera vuelta al mundo de Álvaro de Marichalar

Álvaro de Marichalar le da la vuelta al mundo a bordo de ‘Numancia’, una moto acuática de tres metros de eslora. //Fotos: Cortesía

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Más importante que la llegada del hombre a la Luna y más importante que el mutuo descubrimiento entre América y Europa, así es como el navegante, empresario y ambientalista Álvaro de Marichalar y Sáenz de Tejada (Pamplona, España, 1961) define la primera vuelta al mundo: “la aventura más importante lograda en toda la historia de la humanidad”.

Es tanta la pasión que le despierta este acontecimiento, cuya fecha histórica de inicio es el 10 de agosto de 1519, que Marichalar está protagonizando una expedición marítima sin horizonte temporal. Y es que hace cuatro años y ocho meses, el 10 de agosto de 2019, inició en el río Guadalquivir (Sevillla, España) el desafío de conmemorar el quinto centenario de la primera circunnavegación de la Tierra, ¡dando la vuelta a este planeta en una moto acuática!

La principal misión de su expedición, denominada “Primera Vuelta al Mundo”, es concienciar sobre el problema del sargazo en el mar Caribe y los residuos plásticos en los océanos, mares, lagos y ríos. En este sentido, Álvaro de Marichalar promueve su movimiento Guardianes del Mar, para que las personas de todas las edades y de todo el mundo conozcan el problema del sargazo y el plástico en el mar y se comprometan a ayudar a solucionarlo. Lea: Temporada de vacaciones: los mares de plástico que alcanzan grandes olas

Álvaro lamenta que el mar sea el basurero de la humanidad, atestiguando que las costas de todos los países del mundo están rodeadas de basura. “Es algo muy triste y de fatales consecuencias, pero hay solución. Lo primero que debemos hacer es conocer la dramática situación, es decir, educar y concienciar sobre lo que ocurre. Después se debe detener el vertido de plásticos. La tercera medida es sacar el plástico del agua, y reutilizarlo produciendo productos derivados, como es la gasolina que utilizo en algunas etapas de mi actual expedición alrededor del mundo”, expresa.

Un recuento histórico

“¿Por qué es tan importante la primera vuelta al mundo? Porque fue lo que permitió al ser humano saber dónde estamos. Estamos en un espacio esférico, todos en comunión, en comunicación permanente, no hay un finisterre, un fin del mundo, porque el mundo no es plano; no hay una catarata donde todo se acaba, como era lógico pensar hace 500 años, salvo los grandes navegantes (...) pero había que demostrarlo y para demostrarlo había que tomar una nave en un punto y navegar en la misma dirección hasta llegar al mismo punto”, explica entusiasta.

Fue el navegante de origen portugués luego nacionalizado español, Fernando de Magallanes, quien comandó en un principio la histórica hazaña, apadrinado por un rey visionario de apenas 18 años, Carlos I de España y V de Alemania; pero -como muchos de sus acompañantes- murió en el intento, y un héroe llamado Juan Sebastián Elcano se empeñó en seguir adelante, cruzando el océano Índico en la ‘Victoria’, la única de las cinco embarcaciones que logró completar la vuelta iniciada en Sevilla, llegando a ese mismo punto con 18 supervivientes de los 260 marinos que habían zarpado tres años atrás.

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Álvaro de Marichalar cuenta que en su expedición navegó en solitario (sin barco de apoyo) a lo largo de todas las costas de España, Portugal, Francia y Mónaco. El objetivo de esta primera etapa fue pasar por Portugal para homenajear el origen portugués de Fernando de Magallanes, y pasar también por el puerto de Getaria, en Guipúzcoa, País Vasco en el norte de España, para rendir homenaje a Juan Sebastián Elcano, quien nació en Getaria.

El explorador viajó a bordo de ‘Numancia’, una moto acuática de tres metros de eslora, reposando en puertos del litoral, “navegando siempre en pie para evitar daños en la columna vertebral, debido a los golpes constantes contra la superficie del mar”, resalta el ex piloto de aviación, quien en 40 años ha llevado a cabo 39 expediciones marítimas.

Continúa la travesía

Álvaro de Marichalar es reconocido por tener varios récords mundiales de navegación, entre ellos el único cruce del Atlántico conseguido en una moto acuática en 2002, cuando navegó desde Roma a Nueva York. Ahora, en su “Primera Vuelta al Mundo”, cruzó por segunda vez ese océano en el mismo tipo de embarcación. Lo logró en 15 días, atravesando desde Gibraltar en el sur de España hasta la isla caribeña de Guadalupe, donde llegó en la Navidad de 2019. En esta etapa contó con un barco de apoyo que le suministraba agua, combustible y víveres.

Desde Guadalupe prosiguió rumbo a Florida, de nuevo en riguroso solitario sin el barco nodriza que regresó a Europa... “Navegué durante muchos días, haciendo singladuras de seis, ocho, doce, o hasta dieciocho horas, navegando de isla en isla, sin ver costa, gracias a la autonomía de mi embarcación (hasta 200 millas náuticas). Desde Guadalupe navegué a la isla de Montserrat, proseguí a San Cristóbal y Nieves, San Bartolomé, Santa Cruz (Islas Vírgenes), Puerto Rico, La Española (República Dominicana y Haití), Cuba, Cayo Hueso, y Miami, donde llegué el día que cerraban la navegación en Estados Unidos por causa de la epidemia de covid-19. De hecho, fui la última embarcación autorizada a entrar en aguas territoriales estadounidenses, donde tuve que esperar dos años”, relata Álvaro.

Tras esa pausa obligada, reanudó la expedición “navegando todo el litoral de Alabama, Luisiana, Texas, México, Belice, Guatemala, Honduras, Nicaragua, Costa Rica hasta Panamá, donde está mi embarcación a la espera de poder continuar, pasando del Atlántico al Pacífico, que es lo que estoy ahora gestionando con el Canal de Panamá”, agrega.

Todo ese trayecto es solo el 20 % de la vuelta al mundo que aspira a completar en tres años más de navegación o en “lo que dure”, así sean 20 años.

“Esta es una expedición especial y compleja. No estoy parando ni un solo día que no esté justificado por la fuerza de las circunstancias”, destaca el navegante. Y agrega: “Siempre he intentado conocer y respetar la historia, porque conocer nuestro origen refuerza nuestra identidad”.

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Mientras tanto...

A este navegante, que es además empresario del sector inmobiliario y de las telecomunicaciones, lo conocí el 26 de marzo pasado en Cartagena de Indias, adonde llegó a dictar conferencias para la Escuela Naval de la Armada de Colombia y la Academia de la Historia y, por supuesto, hablar sobre su expedición. Esa misión lo está moviendo por “todos los países que tienen mar en el sur de Hispanoamérica”, mientras obtiene luz verde para continuar su vuelta al mundo por los mares.

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