El papa Francisco el jueves apartó del sacerdocio a un obispo belga que hace 14 años reconoció haber abusado sexualmente de un sobrino suyo, pero no fue sancionado por el Vaticano.
El caso de Roger Vangheluwe, obispo emérito de Brujas, es desde hace años un símbolo de la hipocresía y la disfunción de la Iglesia Católica frente a los casos de abuso. No solo se le permitió retirarse discretamente cuando estalló el escándalo en 2010, sino que quedó una grabación en la cual su superior, el cardenal Godfried Danneels, pidió a una de sus víctimas que mantuviera en secreto el abuso hasta que el obispo pasara a retiro.
El anuncio de que Francisco ha pasado a Vangheluwe al estado laico precede en algunos meses un viaje previsto del papa a Bélgica, donde el caso hubiera constituido una distracción fastidiosa y problemática. Lea aquí: ¡Tensión! Veinte aviones chinos cruzan línea del Estrecho de Taiwán
Vangheluwe, de 87 años, saltó a la infamia internacional en 2010 al revelarse que había abusado de su joven sobrino durante una docena de años, cuando era cura y luego obispo. Posteriormente confesó que había abusado de otro sobrino. Siempre tomó sus crímenes a la ligera, calificando su abuso de “jueguito” sin “sexo violento”.
Se le permitió el retiro dos años antes de la edad habitual, pero no lo sancionaron. Fue una prueba de que la Santa Sede se negaba entonces a sancionar a los prelados aunque reconocieran haber cometido crímenes sexuales. Lea aquí: Daniel Sancho confía en absolución tras juicio por asesinato de Edwin Arrieta
La embajada del Vaticano en Bélgica dijo en un comunicado el jueves que “nuevos elementos graves” fueron denunciados en los últimos meses a la oficina de abusos sexuales de la Santa Sede que justificaron la reapertura de la causa.
No dijo cuál era la nueva información recibida. Pero en los últimos meses los obispos belgas han expresado de manera pública su indignación ante la negativa del Vaticano a sancionar a Vangheluwe.
En setiembre, el obispo de Amberes, Johan Bonny, dijo a la emisora belga VRT que durante años los obispos belgas pidieron al Vaticano, por escrito y en persona, que apartara a Vangheleuwe del estado sacerdotal, sin recibir respuesta.
La embajada dijo en su comunicado que después de escuchar la defensa de Vangheluwe, el Dicasterio para la Doctrina de la Fe presentó la causa a Francisco el 6 de marzo. Tres días después, dijo, el papa decidió aceptar la recomendación de pasar a Vangheluwe al estado laico. Es el castigo más grave que puede aplicar el Vaticano, pero solo significa que el exprelado es ahora un laico y no puede presentarse como sacerdote.