Tres horas después de la masacre, la policía estatal interrogó a una mujer que dijo que Robert Card, de 40 años, creía que el local de bolos Just-In-Time, en el bar Schemengees, y varios otros negocios “transmitían en vivo que Robert era un pedófilo”.
La mujer dijo que Card — cuyo cuerpo fue encontrado el viernes — sufría alucinaciones desde febrero — cuando pasó por una ruptura amorosa —, había sido internado por problemas mentales y había dejado de tomar los medicamentos que se le habían recetado, según una declaración jurada de la policía que se presentó en apoyo a una solicitud de orden de arresto. Lea aquí: “Cartagena se volvió a poner las cadenas”: Dau sobre victoria de Dumek
La policía también habló con el hermano del agresor, quien dijo que Card había tenido una relación amorosa con una mujer que conoció durante una competencia de lanzar sacos de arena en el bar. Otro hombre le dijo lo mismo a otro agente de la policía, de acuerdo con la declaración jurada que se presentó en una solicitud para acceder a los registros telefónicos de Card. Lea aquí: Muere el segundo hombre que recibió trasplante de corazón de cerdo
El hombre le dijo a la policía que había ido al local de bolos y al bar con Card, y que éste conocía a personas en ambos sitios. Señaló que la novia de Card tenía dos hijas a las que llevaba a comer a Schemengees “y de ahí vino lo de la pedofilia en la cabeza de Robert, ya que Robert estuvo allí con las dos hijas (de su novia) en ocasiones y sintió que la gente lo observaba”.
El hombre dijo que Card también mencionó que el gerente del bar, Joey Walker, era una de las personas que creía que lo denigraba. Walker fue una de las víctimas.
Miembros de la unidad de reserva del ejército a la que pertenecía Card también han declarado a las autoridades que acusó a otros soldados de llamarlo pedófilo.