Israel volvió a atacar este lunes objetivos en el sur del Líbano, desde donde continúan los lanzamientos de cohetes, drones y misiles antitanque hacia el otro lado de la frontera, que vive el momento de mayor tensión desde 2006 y en paralelo a la guerra con las milicias islamistas palestinas de Hamás en Gaza.
El Ejército israelí dijo hoy haber atacado tres “células terroristas” en territorio libanés mientras operaban en la zona fronteriza. Una de ellas, precisó una portavoz militar, se aprontaba a lanzar cohetes, otra se ubicaba junto a un sitio de lanzamiento de misiles y la tercera estaba operando cerca de la divisoria y portaba armas. Lea aquí: Hizbulá dice que intervendrá en la guerra si Israel ataca por tierra a Gaza
Horas antes, además, el Ejército informó de que había atacado un complejo militar y un puesto de observación de Hizbulá.
La frontera entre Israel y Líbano vive su momento más tenso desde la 2006 cuando tropas israelíes y Hizbulá libraron una guerra, con intenso intercambio de fuego durante dieciséis días consecutivos y casi medio centenar de muertos a ambos lados. Le puede interesar: Manifestaciones en todo el mundo respaldan a la población de la Franja de Gaza
Video del ataque a infraestructuras de Hizbulá en Líbano
Las milicias ubicadas en la zona fronteriza -principalmente Hizbulá pero también grupos palestinos- han lanzado decenas de misiles antitanque, cohetes y morteros hacia suelo israelí, donde han intentado infiltrarse algunos de sus hombres.
Israel ha respondido con intensos ataques de artillería y por aire, incluso algunos selectivos para matar milicianos. Le puede interesar: 120 bebés en incubadoras están en peligro en la Franja de Gaza, según la ONU
La escalada de tensión en la frontera, la mayor desde 2006, ha causado al menos 47 muertos: 6 en Israel -5 soldados y un civil- y al menos 41 en el Líbano, incluyendo 8 civiles -entre ellos un camarógrafo de la agencia Reuters-, 27 miembros de Hizbulá y 6 integrantes de milicias palestinas.
El primer ministro israelí, Benjamín Netanyahu, visitó ayer a las tropas en el frente norte, donde cada vez están destinando más fuerzas, y advirtió a Hizbulá de que si entra en la guerra “cometerá el peor error de su vida” y “añorará” el conflicto de 2006.
