Keyiro Fuentes, un joven de origen mexicano, es una de las víctimas que dejan los incendios forestales en Hawái. El cuerpo del menor fue hallado mientras abrazaba a su perro.
“Yo sé que él se está riendo desde el cielo, como él se rió dos días atrás cuando yo le dije: ‘vamos a festejar tus 15 años, vamos a tener muchos invitados’ y él no dejaba de reírse”, recordó Luz Vargas, madre adoptiva del menor. Lea aquí: Joe Biden: “Estaremos aquí todo el tiempo que sea necesario para Maui”
El balance de las autoridades indica que en la isla se han registrado al menos 114 muertes y 850 desapariciones de personas como consecuencia de los incendios forestales que perduran en ese estado de Estados Unidos.
Era el 8 de agosto y Keyiro disfrutaba en su casa del último día de vacaciones escolares. Su madre adoptiva, por su parte, estaba trabajando en un condominio residencial en labores de limpieza. Vargas relató que mientras veía televisión observo imágenes de un incendio que consumía su vecindario.
La madre relató que intentó subir a su carro para llegar a socorrer al joven de 14 años. Sin embargo, los fuertes vientos y las vías colapsadas le impidieron continuar. Tuvo que bajarse para seguir a pie.
Mientras caminaba, una vecina trató de detener a la madre desesperada. Le advirtió que todo el vecindario estaba consumido por la llamarada.
Las sandalias de Vargas empezaban a derretirse. Un motociclista se ofreció a llevarla hasta la línea en la que los bomberos combatían el fuego. Al llegar, los oficiales le dijeron que ya habían hecho un barrido y que no encontraron a ningún menor con las características de Keyiro.
Pasaron 48 horas y el menor no aparecía. La madre lo había buscado en albergues, con compañeros de colegio sin encontrar rastro. El 10 de agosto, varios amigos de la familia decidieron visitar los restos de la vivienda. Vea aquí: Video: por cortos circuitos habrían iniciado los incendios en Hawái
“Todo se había consumido, pero cuando llegamos a su cuarto, él estaba ahí, acostado y abrazando al perro. Él no estaba como yo me lo imaginé, ‘para recoger las cenizas’. Dios me lo guardó para que viéramos que era él”, relató la madre.