Un hecho insólito se presentó en Italia. Se conoció la historia de una mujer que estuvo contratada durante años en un colegio, en el cual debía enseñar a los alumnos de bachillerato. No obstante, debido a una licencia que pidió tuvo que ausentarse, y fue por uno o dos años, sino por veinte.
La profesora Cinzia Paolina De Lio llevaba contratada 4 años en una escuela de Chioggia como maestra de filosofía y literatura para estudiantes de último año, cuando por cuestiones familiares anunció que se tomaría unos días de licencia. Pero, al volver, temas relacionados con su salud hicieron que se volviera a incapacitar, por lo que le dieron otros días en casa. Lea también: Carta enviada desde el Titanic será subastada en Montevideo
Por más loco y descabellado que suene, con el paso del tiempo, esto se volvió constante, y con ello se acumularon los permisos académicos para asistir a conferencias y eventos que apoyan su crecimiento profesional y personal. Notaron inconsistencias al evaluarla en una de sus clases y observar que estaba confundida y no sabía qué estaba dictando. Además, los estudiantes alertaron posteriormente a sus maestros, sobre ausencias y la falta de profesionalidad de la maestra.
El director de un instituto en la provincia de Venecia, donde el profesor tenía su puesto, confirmó que De Lio enviaba mensajes con su teléfono móvil durante las clases, ignoraba a los estudiantes cuando los examinaba de forma oral y otorgaba calificaciones “de manera descuidada e improvisada”.
Inicialmente la despidieron en 2017, cuando un funcionario del Ministerio de Educación calificó su trabajo y sus métodos pedagógicos “incompatibles con la enseñanza”, según lo informó el medio italiano La Republica. El ministerio explicó que la maestra se había mantenido fuera del aula durante 20 de sus 24 años de servicio. Durante los primeros 10 años estuvo completamente ausente, y sus ausencias en los otros 14 años se atribuyeron a permisos varios. Lea también: Joven chilena tenía un mes desaparecida: fue encontrada en Bucaramanga
Argumentando ante un tribunal laboral de Venecia su libertad de cátedra, De Lio presentó recursos legales para evitar su despido. Fue entonces cuando fue reinstalada en 2018, con el fin de “ser observada más de cerca”. No obstante, tres años después, el Tribunal de apelación de Venecia declaró que definitivamente debía ser destituida.
Dicha decisión finalmente se cumplió en junio de este año, cuando fue despedida de forma definitiva.