Los combates por el control de la importante ciudad yemení de Marib han desplazado a alrededor de 10.000 personas en el último mes, advirtió el jueves la agencia de migración de la ONU. Los choques escalaron cuando los rebeldes hutíes de Yemen, respaldados por Irán, intensificaron su ofensiva para arrebatarle la capital provincial a las fuerzas del gobierno.
Yemen se ha visto convulsionado por una guerra civil desde 2014, cuando los hutíes tomaron la capital, Saná, y forzaron al presidente del país Abed Rabbo Mansour Hadi y el gobierno reconocido internacionalmente a escapar, primero al sur de Yemen y luego a Arabia Saudí.
La Organización Internacional para las Migraciones (OIM) dijo que los nuevos desplazados _el mayor total mensual registrado en lo que va de año_ elevan a 170.000 el número de personas que han escapado de los combates en la ciudad de Marib y la provincia homónima, aparte de dos provincias vecinas, desde el inicio de 2020. El saldo fue registrado en seis de los 14 distritos de la provincia de Marib, dijo la OIM.
Después de tomar el control de varios distritos y ciudades en provincias cercanas en 2020, los hutíes iniciaron su marcha hacia Marib en febrero, con el objetivo de tomar la ciudad para completar su control sobre el norte de Yemen.
Sin embargo, los rebeldes sufrieron fuertes derrotas ante la resistencia de las fuerzas de Hadi, respaldadas por una coalición encabezada por los saudíes y que entró al conflicto en 2015, a nombre del gobierno. Pese a una incesante campaña aérea y combates terrestres, la guerra se ha estancado, generando una masiva crisis humanitaria.
En la ofensiva en Marib, los rebeldes no han conseguido avances sustanciales, en medio de las presiones internacionales. Los combates más recientes han aislado el distrito sureño de Abdiya y además se reportaron choques en el distrito de Rahaba, dijo la OIM.