El estado más poblado de Australia, Nueva Gales del Sur, registró la cifra récord de 633 casos nuevos de COVID-19 el miércoles, y aumentaba la preocupación de que la variante delta se propagará más allá de Sydney.
El récord anterior del estado, que incluye a Sydney, fue de 466 casos el sábado. Tres personas murieron el miércoles, lo que elevó la cifra total de decesos desde que se detectó el foco a 60.
“No puedo exagerar mi preocupación ante el aumento de los casos”, dijo la principal funcionaria de salud del estado, Kerry Chant. “Estoy increíblemente preocupada”.