Las autoridades sanitarias de Guinea-Conakri y la Organización mundial de la Salud (OMS) declararon hoy el final del último brote de ébola en el país, con 23 casos diagnosticados y 12 muertes, un costo en vidas mucho menor que el del anterior brote, ocurrido en África Occidental en 2014-2016.
“Aunque este brote de ébola estalló en la misma zona que el de África Occidental, en el que murieron 11.000 personas, gracias a las nuevas innovaciones y las lecciones aprendidas, Guinea consiguió contener el virus en cuatro meses”, dijo en un comunicado la directora regional para África de la OMS, Matshidiso Moeti.
“Si bien este brote ya se ha acabado, debemos permanecer alerta frente a un posible resurgimiento y asegurarnos de que los conocimientos sobre el ébola se expanden hacia otras amenazas sanitarias, como la covid-19”, añadió la experta.
Entre aplausos de celebración y emoción, el ministro de Salud guineano, Rémy Lamah, anunció hoy el fin del brote, al agotarse la cuenta atrás de 42 días desde que la última paciente confirmada del país recibió el alta en el centro de tratamiento de N’Zérékoré, la zona del sur de Guinea en la que reapareció el virus a finales de enero, según establece el protocolo de la OMS.
Esta mañana, la directora de salud de Nzérékoré, la doctora Soko Touaro, declaró a un medio local que “es un alivio (...) y es una oportunidad para agradecer a todos los socios implicados en la gestión de esta epidemia pero también a la población de las zonas afectadas por su colaboración”.
La Federación Internacional de Sociedades de la Cruz Roja y de la Media Luna Roja (IFRC) subrayó hoy en un comunicado la importancia de una respuesta temprana ante un brote como este y recordó que “la vigilancia intensa y continua es fundamental” para evitar que aparezcan nuevos casos.
El país detectó el primer caso de este brote -una enfermera de la localidad de Gouéké que falleció entre el 27 y 28 de enero- el pasado 13 de febrero y lanzó la campaña de vacunación contra el ébola el día 23 de ese mes en N’Zérékoré, tras recibir un primer lote de 11.000 vacunas.
En total, la OMS hizo llegar al país 24.000 vacunas contra el ébola y unas 11.000 fueron inyectadas.
Estos fármacos son una herramienta de prevención con la que no se contaba en la epidemia de 2014-2016 y que sí formó parte de la respuesta estratégica en el décimo brote de ébola en la República Democrática del Congo (RDC) -2018-2020- y el undécimo que esa nación sufrió entre junio y noviembre del año pasado.
A principios de mayo de 2021, se declaró el fin del duodécimo brote de ébola registrado en la RDC, que contagió a 12 personas, la mitad de las cuales fallecieron.
La epidemia desatada en 2014-2016 en varios países de África Occidental fue la peor de la historia, con 11.300 fallecimientos y 28.500 contagios, unas cifras que, según la OMS podrían ser conservadoras.
El virus del ébola se transmite a través del contacto directo con la sangre y los fluidos corporales contaminados de personas o animales, provoca fiebre hemorrágica y puede llegar a alcanzar una tasa de mortalidad del 90% si no es tratado a tiempo.