El secretario de Estado estadounidense Mike Pompeo arribó el sábado a París, la primera escala de una gira por siete países de Europa y Medio Oriente que sin duda tendrá sus momentos incómodos ya que todos los países por donde pasará han felicitado a Joe Biden por su victoria electoral.
El viaje intenta reforzar las prioridades del gobierno saliente del presidente Donald Trump. Pompeo visitará los asentamientos israelíes en Cisjordania, que anteriores secretarios de Estado han evitado.
El jefe de la diplomacia estadounidense _junto con el presidente y buena parte de la conducción del Partido Republicano_ no han aceptado los resultados de la elección, estas circunstancias sin precedentes ensombrecerán las discusiones.
El ministro del Exterior francés Jean-Yves Le Drian dijo el viernes que las discusiones abarcarán “asuntos difíciles” como la situación en Irak e Irán, terrorismo, Medio Oriente y China.
La reunión tendrá lugar el lunes, dijo Le Drian, insinuando que Pompeo también se reunirá con el presidente Emmanuel Macron. París está en medio de una cuarentena para frenar el coronavirus.
Macron, quien llamó a Biden hace cuatro días para felicitarlo, ha mantenido una relación tensa con Trump. Los dos mandatarios intentaron seducirse mutuamente con gestos extravagantes: Macron tuvo a Trump como invitado de honor en un desfile militar del Día de la Bastilla. Pero luego Trump retiró a Estados Unidos del acuerdo de París sobre clima, lo cual fue un golpe para Macron.
Estados Unidos también abandonó el acuerdo nuclear con Irán, fruto de arduas negociaciones, y Pompeo tuiteó antes de iniciar su gira que la “conducta desestabilizadora de Irán” sería uno de los temas en discusión.