Este fin de semana del Día de las Madres ha dado inicio con una nevada extemporánea que cayó el sábado en el noreste de Estados Unidos debido a un vórtice polar que trajo aire helado desde el Ártico.
Algunas zonas altas en el norte de Nueva York y Nueva Inglaterra registraron acumulaciones de nieve de hasta 25,4 centímetros (10 pulgadas), mientras que se observaron rastros de nieve en la costa desde Maine hasta Boston y más al sur, en Manhattan.
“Tuvimos varias pulgadas en muchas zonas del noreste. Esta nevada en mayo es excepcional”, sostuvo el meteorólogo John Cannon, del Servicio Nacional de Meteorología en Gray,
Las zonas más afectadas fueron comunidades en colinas como Sugar Hill, en Nueva Hampshire, donde cayeron 26,6 centímetros (10,5 pulgadas), y Carrabasset Valley, en Maine, donde alcanzó 22,8 centímetros (nueve pulgadas), afirmó.
Las condiciones en el Observatorio del Monte Washington, situado en la cumbre más alta del noreste del país, eran totalmente árticas el sábado en la tarde, con un viento helado de menos 30 grados centígrados (-22 F.) y ráfagas de 140 km/h (87 mph).
En muchas zonas, la caída de nieve alcanzó marcas sin precedentes, aunque no se mantuvo. Massachusetts no registraba en mayo una caída de nieve mensurable desde 2002, aunque en Central Park de Manhattan, los copos de nieve empataron el registro más alto de 1977 correspondiente a la nevada más tardía de la temporada.
Este clima invernal se presentó dos días después de que Vermont comenzara a levantar las restricciones al tenis, golf y otras actividades al aire libre impuestas para frenar la pandemia de coronavirus.
El gobernador Phil Scott tuiteó su solidaridad con los habitantes de Vermont frustrados por el clima que ahora tienen después de semanas de encierro.