Líderes brasileños ashánincas, que viven cerca de la frontera con Perú, dijeron el miércoles en Lima que ofrecerán refugio a indígenas peruanos si la inseguridad empeora en su comunidad, donde cuatro líderes fueron asesinados por oponerse a la tala de los bosques.Isaac Piyaco, líder de la comunidad asháninca brasileña Apiwtxa, dijo a la AP que si la situación de la aldea peruana de Alto Tamaya-Saweto, de 100 habitantes, se torna muy insegura "los hermanos de Perú tendrán refugio entre nosotros".El dirigente brasileño llegó a Lima durante la conferencia global climática de las Naciones Unidas y se reunió con las viudas de los indígenas asesinados.Recordó que en la década de 1990 Apiwtxa alojó por tres meses a pobladores ashánincas peruanos de Alto Tamaya-Saweto quienes huían de los asesinatos que desataron en los bosques de Perú grupos guerrilleros durante el conflicto armado interno que dejó entre 1980 y 2000 unos 70 mil muertos.Los peruanos Edwin Chota, Jorge Pérez, Francisco Pinedo y Leoncio Quinticima fueron asesinados a tiros en septiembre cerca de Brasil cuando iban a Apiwtxa para coordinar acciones conjuntas contra la tala ilegal. Chota, el líder de todos, buscaba durante más de una década la titulación de su comunidad de 80 mil hectáreas.Piyaco dijo que también podrán ser recibidas las cuatro viudas de los líderes indígenas ambientalistas asesinados.Perú ocupa el cuarto lugar después de Brasil, Honduras y Filipinas, con 57 ambientalistas asesinados entre 2002 y 2014, según un reporte de la organización internacional Global Witness, que estudia abusos en materia de derechos humanos y el ambiente.Julia Pérez, esposa del líder asesinado Edwin Chota, afirmó "seguimos siendo amenazados" por los taladores y añadió que no ve grandes avances en la investigación fiscal por las muertes."Estamos también esperando que nos otorguen los títulos de propiedad de nuestra comunidad, que fue el máximo deseo de mi esposo", dijo.Los ashánincas conforman la etnia amazónica más numerosa de Perú y su población oficialmente es de aproximadamente 50 mil personas, mientras que en Brasil no superan los mil habitantes, según datos oficiales del sistema brasileño de Informaciones de la atención y salud indígena.David Salisbury, profesor estadounidense en la Universidad de Richmond y experto en fronteras amazónicas, que asesora a Chota señaló a la AP que "la ciencia muestra que los bosques donde hay presencia indígena tienen más capacidad de ser protegidos, porque ellos están interesados en defender sus territorios y recursos".