Los jurados que pasaron cinco meses determinando la suerte de Jodi Arias fueron incapaces de decidir si debía ser sentenciada a prisión perpetua o a muerte por el homicidio de su novio, debido a lo cual los fiscales tendrán que exponer de nuevo el estremecedor caso de sexo, mentiras y violencia a otras 12 personas.
La jueza Sherry Stephens emitió un suspiro fuerte cuando anunció la anulación del juicio en el que el jurado debía decidir la pena de muerte y programó el inicio del nuevo proceso para el 18 de julio.
“Este no fue un juicio típico”, dijo la jueza a los jurados. “Se les había pedido que cumplieran algunas obligaciones muy difíciles”, apuntó.
El panel se marchó de la corte después de 13 horas de deliberaciones durante tres días; una miembro del jurado se dirigió a la familia de la víctima y dijo “lo lamento”. Ella y otras dos mujeres del panel lloraban. Ninguno de los jurados hizo declaraciones al marcharse de la corte.
La anulación del juicio preparó el escenario para un nuevo procedimiento en el que se determinará si la ex camarera de 32 años debe recibir prisión perpetua o la pena de muerte por el homicidio de Travis Alexander ocurrido hace cinco años.
Arias apuñaló y propinó 30 cortaduras a Alexander, le rebanó la garganta y le disparó en la frente en un arranque de celos después de que, según los fiscales, la víctima deseaba poner fin a la relación e irse de viaje con otra mujer a México.
La selección del jurado para la próxima fase podría tardar semanas, dada la dificultad de reunir un panel imparcial en el caso que amerita la pena capital y que ha captado la atención mediática.
