Estados Unidos ayudará a Líbano a investigar la explosión del coche bomba en Beirut que acabó el viernes con la vida del jefe de los servicios de inteligencia de la policía libanesa, un acérrimo detractor de Siria, dijo el Departamento de Estado este domingo.
La secretaria de Estado norteamericana, Hillary Clinton, habló este domingo por teléfono con el primer ministro libanés, Najib Mikati, para condenar de nuevo el ataque, en el que el general Wisam al Hasan y otras dos personas resultaron muertos, afirmó la portavoz del Departamento de Estado, Victoria Nuland.
Clinton y Mikati "acordaron que Estados Unidos proveerá asistencia en la investigación de la bomba", añadió Nuland.
La jefa de la diplomacia estadounidense subrayó el firme compromiso de Estados Unidos con "la estabilidad, independencia, soberanía y seguridad" de Líbano, dijo Nuland.
El viernes, Washington condenó la explosión como un golpe de terror.
El funeral de Hasan el domingo era interpretado como una protesta contra la intromisión de Siria en los asuntos de Líbano, pero pronto se transformó en ira hacia Mikati, cuyo gobierno está dominado por partidos pro-sirios.
A pesar de las solicitudes de renuncia, Mikati afirmó que se quedará siguiendo el pedido del presidente Michel Sleiman de evitar un "vacío político" de poder en el volátil Líbano.
La oposición libanesa culpó ampliamente al presidente sirio Bashar al Asad por el ataque del viernes, tal y como hiciera en 2005 cuando el anterior primer ministro, Rafiq Hariri, fue asesinado en una gran explosión en Beirut.
