Un incendio en el estado Colorado, ardía en una zona montañosa a unos 24 kilómetros (15 millas) al oeste de Fort Collins, abarcó 57 kilómetros cuadrados (22 millas cuadradas) a menos de un día de que se avisara del mismo, en tanto que las llamas han destruido o dañado 18 estructuras.
Los fuertes vientos, en tanto, impedían el despegue de aviones que combaten el incendio de 103 kilómetros cuadrados (40 millas cuadradas) cerca de la comunidad montañesa de Ruidoso, en el sur de Nuevo México.
Cuadrillas de especialistas intentaban abrir un cortafuegos alrededor de las llamas, que comenzaron el viernes y que han dañado o destruido 36 estructuras. Se desconocía de inmediato cuántas viviendas correspondían a las estructuras perdidas.
En Colorado, debido al incendio, un denso manto de humo oscurecía el sol y creaba a mediodía un crepúsculo misterioso de color naranja.
El olor del humo alcanzaba la zona de Denver y se extendía hasta el centro de Nebraska, el oeste de Kansas y Texas.
El incendio más reciente en Nuevo México es de menor dimensión que el de Whitewater-Baldy _el más grande en el historia del estado_, pero causa mayor preocupación a las autoridades porque comenzó a una distancia menor de las viviendas, dijo Dan Ware, portavoz de la División Forestal en el estado de Nuevo México.
Ware señaló que cientos de personas fueron desalojadas de sus viviendas en Ruidoso pero desconocía la cifra exacta.
Karen Takai, portavoz de las cuadrillas de bombero de Ruidoso, dijo que el humo afecta a la comunidad de Capitán, a ocho kilómetros (cinco millas) al noreste. Señaló que Capitán y otras comunidades también podrían afrontar evacuaciones.
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Thomas Peipert contribuyó a este despacho desde Denver y Amanda Lee Myers, desde Phoenix.
